Silencio y mas silencio. Ella esperaba una respuesta pero no sabía que decir o hacer. Seguir mintiendo ahora no serviría de nada pues sabía mi apellido. Estaba acabada.
—Eh-h, puedo explicarte.— dije nerviosa.
—Soy todo oídos.— me eche a un lado para que ella entrara.— Bonita casa, o mejor dicho bonita mansión.
Dejo su bolso en la mesa de cristal. Tomo asiento y cruzo sus largos pies mientras me daba una mirada sin expresión alguna. Las mentiras tienen patas cortas T/N eso lo sabes, la mejor decisión que puedo tomar ahora es transferirme a mi antiguo Colegio. Así no tendría que ver las caras de decepción de aquellos que me creyeron, de aquellos que por primera vez me aceptaron no por mi dinero sino porque somos todos iguales y no interesa la clase social de uno, solo interesa la verdadera amistad, la confianza y eso fue lo primero que yo me encargué a destruir.
—Te pasarás el día entero mirándome o vas a empezar.
Camine a paso lento, me sente junto a ella. No tenía miedo, no. Pero estaba realmente avergonzada de esta situación.
—Estuve mintiendo, si. Pero nunca tuve malas intenciones.
—Querida ve al grano. Solo quiero saber por que mentiste, las personas que mienten es porque quieren ocultan algo. O quieren hacer daño.
—No quiero que las personas que me rodean sepan quien soy eso es todo.
Escuchar su risa resonar en mis oídos me hizo mirarla.
—Lo se, no soy tonta. Pero por que?.— trague en seco, era mejor contar todo de una vez que seguir con este tema.
—Nunca tuve amigos reales, todo a mi alrededor era falso. Todos querían ser mis amigos pero solo por mi dinero o porque era la belleza del Colegio, pensaban que estar conmigo les traería popularidad y todo seria mas fácil para ellos. Muchas veces intente empezar de cero pero.— me interrumpió
—Y te creaste una mentira, empezaste en otro Colegio pensaste que tu vida seria diferente. Que las personas a tu alrededor eran tan pero tan tontas de no darse cuenta de quien eres, si no hubieras mentido y hubieras ido con tu real identidad no tendrías amigos. Tendrías interesados a tu lado que buscaban tu dinero o un poco de popularidad. ¡Es eso lo que quieres decir!.— me miro con los ojos bien abiertos, podía ver su enojo a kilómetros.
—Nunca dije que tendría interesados a mi lado. El dinero en realidad no me importa, pero tu no sabes lo que tuve que sufrir desde niña.
—En verdad estas sufriendo?— pregunto irónica.— Tienes a tus Padres a tu lado, les va super bien en los negocios. Vives en una mansión pero aún así me dices que estas sufriendo.— alzó una ceja irónica. Podía entender su forma de ser a la perfección pues les mentí, pero nada era como ella lo estaba describiendo.
—Eso crees?.— reí leve, limpie la lágrima que había bajado de mi ojo izquierdo.— Mi familia cada día esta mas distante, no soy perfecta. No somos perfectos, soy humana suelo cometer pecados así como todos. El dinero no lo es todo, es cierto vivo en una mansión, nunca me falta nada pero me falta felicidad y eso es algo que con dinero no puedo comprar. Mis Padres llevan años fingiendo una relación estable solo por mi. Su matrimonio hace años que quebró, no es el mismo
Tome aire para continuar pues la lágrimas amenazaban con salir mas y mas. Mi vida no es perfecta, no lo es.
—No soy una buena hija, porque a pesar de que siempre les dije que no pensaran en mi. Que todo iba a estar bien, que juntos o separados íbamos a seguir siendo una familia genial, nunca les dije la verdad justo así como hice con ustedes, nunca les dije que no quería una familia separada que nada seria igual que iba a sufrir mucho por esto. Me e vuelto una mentirosa, una egoísta que solo logra pensar en como me sentiré poniendo mi felicidad ante la de los demás. Lo siento mucho en verdad, esto no lo digo porque quiero que me ayudes a ocultar la verdad solo quiero que me puedas perdonar. También se que nunca te caí bien, dire la verdad a todos saldre de sus vidas pero. Perdóname.
Limpie las lágrimas que seguían cayendo de mis ojos. Me sentía muy mal por haber mentido.
—Lo siento.— susurre mis últimas palabras.
Pero un sonido me hizo levantar la mirada.
—Estas llorando?— le pregunte.
—Que sepas que no lloro por ti.— reí leve, pues la chica que aparentaba ser fría no era tan fría, tenia un corazón muy sensible así como yo.
—Ok.— sonreí.
—Puedes seguir diciendo que eres pobre, no me metere en tu vida.— limpió el resto de sus lágrimas.
—No, diré la verdad a todos. No quiero una amistad en base de mentiras. Nunca tuve amigos y siempre quise tener una amiga con la que ir de compras, hacer locuras juntas. Ir a fiestas.
—Bien pues aquí esta la primera.— abrió su bolso y saco un bolígrafo y un papel, escribió unos números y me lo dio— Llámame.
Fueron sus últimas palabras. Tomo su bolso y salio de casa, mientras yo miraba con una gran sonrisa su número de teléfono.
[. . .]
Salí a caminar para tomar aire. Necesitaba eso después de haber llorado y causar que mis ojos estuvieran hinchados. Estaba preparando mis palabras de disculpa con los chicos, estaba muy nerviosa pues no quería que me vieran como alguien que suele juzgar a las personas.
—Jungkook?.— detuve mis pensamientos al verlo reír junto a una chica a unos 10 metros de mí.
Detuvo un taxi y le abrió la puerta a la chica. Ella entro y se alejo agitando su mano en forma de saludo, el automáticamente abandono la sonrisa tan linda que tenía en su rostro y comenzó a caminar en dirección contraria de mi.
Camine hasta alcanzarlo y dije al estar a su lado.
—No sabía que te podías reír así.
Se giro a verme como un robot. Me miro con confusión.
—Me estabas siguiendo?.— preguntó
—No. Solo pasaba, era tu novia? Parece que es la única que puede hacer reír a una piedra.
—No es mi novia.
—Ah, es cierto. No puedes tener una con esa actitud, aunque se te da muy bien la actuación. Deberías ser actor
Me miro de reojo y rodó los ojos. Yo reí.
—Ni siquiera creo que puedas durar en una relación. Te gusta alguien?
Pense que nunca iba a responder hasta que detuvo su caminar. Yo hice lo mismo para mirarlo
En su rostro se fue formando una sonrisa poco a poco. Estoy soñando, si eso creo.
—Claro que me gusta alguien.
Me sorprendí, no sabía que una persona como el podía gustarle alguien.
—Puedo saber quien es?.— pregunte con una sonrisa.
Tenía curiosidad. Quien era la chica que podía mover esta enorme roca tan pesada pero que a la vez era un copo de nieve.
—Yo mismo, entonces no rompere en toda mi vida. Yo me amo.
Dejo de sonreír y siguió su camino. Parpadee mientras lo vi alejarme.
—Sht, tonto.—sonreí
