34. Felicitaciones

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Martes 08 de Junio



—Y ¿Qué no piensan felicitarme? — pregunto aquella voz de manera juguetona

Los ancianos detrás de aquellas cinco puertas no pronunciaban palabra alguna

—¡Oh! ¿Acaso les comió la lengua la maldición? Pues ¿No que tanto jodian con que querían "conocer" al padre del bebé de Utahime Iori una vez que naciera?
¿Acaso ustedes no le dieron esa condición? ¿Acaso ustedes no querían que dicho hombre apareciera frente a ustedes para revelar su identidad? — aquel sujeto sonreía de oreja a oreja mientras se quitaba su venda negra

—Bueno pues aquí lo tienen presente, al gran Gojo Satoru — empezó a aplaudirse el albino

Pero en aquella sala seguía reinando el silencio por parte de los demás hombres y solo los aplausos de Gojo hacían eco

—¿Qué no van a aplaudir? ¿Acaso ya se murieron del asombró? — Gojo quería provocarlos

Al fin habló uno de ellos...

—E... Efectivamente, se... se le dio "esa condición" a Utahime Iori una vez que su interrogatorio concluyó pero... — era la voz que siempre preguntaba

Interrumpió Gojo
—Bueno pues aquí me tienen como tanto jodian, repito ¿Qué Acaso no me van a felicitar? ¡Ya soy papá!— Gojo sonaba muy animado

De nuevo aquellos hombres seguían en silencio ya que el ambiente estaba muy tenso

—¡Uy que ánimos!— Bufo el albino —¡Hasta un funeral es más animado que esto!—

Pero de nuevo una voz tomó la palabra

—¡Gojo Satoru! ¿Esta usted consciente de que lo que hizo Utahime Iori puede ser considerado un crimen contra nosotros? — era aquella voz problemática

—¡Esa Mujer nos ocultó esta importante información! ¡Merece ser castigada!— dijo con mucha furia aquella voz

Pero Gojo no se quedó callado

—¿Y Acaso ustedes no podían respetar su palabra?
¡YO FUI QUIÉN LE DIO LA ORDEN DE NO REVELAR NADA DE ESTO EN SU MOMENTO! — Gojo miro fijamente aquella puerta de donde salía aquella voz

—¡Al contrario! ¡Ustedes deberían recibir un castigo por haber arriesgado la vida de mi mujer y la de mi hijo! — su voz retumbó en toda la habitación

Aquella problemática voz guardo silenció

—Además, Utahime Iori nunca dijo ninguna mentira... Mis ordenes como líder de mi clan fueron claras en su momento — el albino sonaba molesto

—El no revelar la verdad la hace tan inocente como a ustedes los hace tan culpables del crimen que casi cometen ... ¿No es así, Director Yoshinibu Gakuganji?— Gojo dirigió su mirada a otra puerta donde sabía que se escondía aquel asqueroso anciano

Yoshinobu solo guardo silenció... el pobre solo sobo su mano que apenas tenía movimiento

El miedo y el recuerdo de aquella dolorosa experiencia le invadía aún hasta los huesos

—Además ... ¡Atentar contra la vida del primogénito de uno de los líderes de los tres grandes clanes es casi un pecado mortal en este jodido mundo de la hechicería! ¿O Acaso eso no es lo que dicen sus estúpidas y anticuadas leyes? — Gojo sonrió mirando a todas esas puertas

De nuevo los ancianos guardaron silencio

—¡Y respecto a lo que pasará de ahora en adelante!— empezó a decir Gojo en un tono de autoridad

El bebé de Utahime Sensei © [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora