El callejón

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Agoney siguió huyendo a pesar del dolor a un lado del abdomen por el repentino esfuerzo, a pesar de todo era muy veloz. Dobló una esquina rápidamente y frenó de golpe, pegándose a la pared.

Intentaba controlar su respiración mientras buscaba donde esconderse, a su lado divisó un pequeño callejón y lo vio como su salvación, aceleró el pasó y corrió dentro. Se escondió entre tantas bolsas de basura y cayó rendido.

Si no fuera por la lluvia, su agitada respiración se podría oír fácilmente, los latidos de su corazón golpeaban su pecho como un martillo. Miró sus manos atemorizado, cubiertas por la sangre de Ana, desesperado intento quitársela con ayuda de la lluvia y limpiándose en su polo blanco, quería que esa sangre desaparezca, no queria verla.

Oyó pasos aproximarse y se tapó la boca de inmediato, respirando difícilmente lento. Era Mimi quien había frenado al no ver a Agoney por ninguna parte, giraba por todas partes buscándolo. Agoney la podia observar desde su lugar, como Mimi dio un grito de frustración al estar desesperada por hallarlo.

Agoney tembló cuando Mimi giró a sus espaldas, observando el callejón mientras se quitaba el agua del rostro. El canario tiró la cabeza hacia atrás, rogando por que no lo haya visto, el lugar estaba obscuro por estar entre dos departamentos y la visión no era nada buena para Mimi.

Aun así la rubia entró, siendo muy cuidadosa por donde caminaba y en donde posaba la mirada, no quería dejar nada olvidado. Agoney estaba en problemas, observó como Mimi rebuscaba de forma brusca entre las otras bolsas de enfrente.

_¡Maldicion! - arrojó las bolsas al suelo al no encontrarlo.

Giró nuevamente y está vez observó el lugar donde Agoney estaba escondido. El cuerpo del chico tembló al verla aproximarse, quitando las demás fastidiosas bolsas de su camino.

Agoney no sabía que hacer, lo iba a descubrir, cada paso que daba provocaba desesperación en él. Mimi tomó la primera bolsa y fue cuando el chico salió sorpresivamente y la empujó por los hombros, la rubia cayó bruscamente en un pequeño charco de agua. Agoney corrió pero fue atrapado por el pie y cayó de frente contra el piso.

_¡Sueltame! - gritaba el moreno, quien pateó la mano de Mimi, logrando liberarse.

Agoney se levantó pero al instante un cuerpo se estrelló contra él, cayendo ambos sobre las bolsas de basura.

Comenzó la pelea, Mimi subió sobre él propinandole un severo golpe en la mandíbula y el chico se lo devolvió. La rubia sintió la sangre en su boca, pero no se inmutó, quería acabar con él. Forcejeaban de las manos hasta que Mimi se libero y está vez golpeó con más fuerza y pómulo, al moreno le había dolido como los mil demonios.

_¡Maldito infeliz! - gritaba Mimi sujetandolo del cuello de su abrigo y golpeándolo contra el suelo - ¿!como pudiste siquiera tocarla!? - sollozó.

_Para... - lloraba Agoney, Mimi no dejaba de golpearlo, lo peor era cuando su cabeza pegaba contra el suelo - detente - suplicaba en un murmullo. Mimi lo levantó y lo arrojó a los tarros, dañando su espalda - yo no lo hice...- sollozaba, pero Mimi estaba fuera de control.

_¡Te odio! - Mimi lo pateo en las costillas, Agoney soltó un grito desgarrador, ya no soportaba.

Mimi se detuvo un momento, intentaba controlarse cubriendo su rostro y normalizando su respiración, pero cada vez que lo intentaba la imagen de Ana llegaba a su cabeza, ella, su hijo, su familia.

El llanto de Agoney la ponía aún más nerviosa, tapó sus oídos y no quizo escucharlo, pero aún así lo hacía.
La desesperaba.

_¡Callate! - sacudió al chico - ¿¡Por que lo hiciste!? - gritó con agonía - ¿¡por que la mataste!?

RETURN // WARMI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora