Monkey D. Luffy es hijo de una familia adinerada, quien busca desesperadamente evitar un matrimonio arreglado y encontrar el amor en sus propios términos. El día de su boda, escapa y se inscribe a la misma universidad en la que sus padres estudiaron...
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¡Ese maldito bastardo!
¿Cómo te atreves a tratarme así? ¡Eres carne muerta!
Alguien gritó no muy lejos:
- Miren, hay alguien ahí.
Entonces un rayo de luz vino desde una linterna.
Estas personas vieron una pareja de dos chicos besándose apasionadamente. El hombro del chico más bajito estaba expuesto, y las manos del más alto se movían por su cuerpo.
Algunos se sorprendieron por un segundo antes de reaccionar y preguntar:
-¿Han visto un joven de entre 17 y 18 años correr por aquí?
Cuando oyeron esto, el joven dejó ir su boca.
Y antes de que pudiera decir nada, él rápidamente susurró en su oído:
- Si te atreves a decir algo, meteré mi mano.
Monkey D. Luffy sintió una mano a un costado de su pierna, tocando ligeramente su piel.
Se sentía al borde de un colapso emocional.
¡Asqueroso bravucón! ¡Eres carne muerta!
Luffy dio un profundo respiro y respondió:
- ¡Lo ví!
Sintió como la mano del chico se movió hacia arriba.
Él rápidamente terminó su respuesta.
- Él corrió hacia adentro.
Cómo resultado, el grupo de personas se introdujo a lo profundo del callejón.
Luffy miró el rostro del joven a unas pulgadas de distancia.
Los ojos de Luffy parecían disparar fuego mientras decía con enojo:
- ¿Por qué todavía no me sueltas?
El chico cubrió rápidamente su boca, miró a su alrededor, hasta que no se escucharán más pisadas y finalmente liberó su boca.
Jaló el cabello atorado en el botón de su camisa y retrocedió.
Luffy recuperó su libertad. Tomando un gran respiro, levantó su pierna y pateó hacia los órganos genitales del otro chico.