Días normales en Kibugamine

Problemas con las habitaciones

Después de la ceremonia Yukizome nos enseño las instalaciones, la cafetería, baños, nos indicó las salas especializadas en nuestros talentos, nos enseño donde estaba nuestra clase y donde nos sentariamos cada uno y por último las habitaciones las cuales estaban en un edificio aparte cada clase tenia un piso en el cual estaban las habitaciones, no parecía haber un orden específico para cada habitación y al parecer cuando llegamos el equipaje fue llevado a la habitación de cada uno.

Fui hacía mi habitación después de que Yukizome diera por terminado el recorrido, tenía que ducharme y pensar en todo lo que ocurrió, pero cuando estaba a unos dos metros de la puerta de mi habitación me fije en que la habitación de al lado de la mía era la de ese chico extrañó, el que habla raro, viste raro y es raro en si, emmm Gundham Tanaka si...ese, miré a la puerta del otro lado de mi habitación y era la de la espadachina definitiva, mira que tengo mala suerte, sacudí la cabeza levemente para despejar mi cabeza y por fin entrar en mi habitación.

Estaba colocando mi ropa en el armario hasta que me di cuenta de que había una maleta algo pequeña negra que no era mía, me acerque y busqué el nombre del dueño, dueña o dueñe pero no había ningún por lo que decidí dejarla en una esquina, ya la devolvería cuando supiera quien era el propietario.

Al terminar de colocar mis cosas me fui a duchar, cuando termine me puse el pijama y me tumbé en la cama. Pasaron 20 minutos solo mirando al techo hasta que tocaron la puerta, me levante y me acerque a la puerta, abrí suavemente y ahí estaba él, Gundham Tanaka.

Lo miré estaba apunto de preguntarle qué hacía allí pero me quede hipnotizado al darme cuenta de que llevaba una camiseta de manga corta y unos pantalones de chándal parecía que estaba en pijama, y entonces habló.

-Lamento molestarlo en su reino pero me falta una maleta y me preguntaba si tal vez se equivocaron y te la dejaron a ti, pregunte a la bailarina pero ella no la tenía--dijo Gundham algo agitado y preocupado--

Y por supuesto le pregunto a Hiyoko ella tiene la habitación al otro lado de la del bicho raro, asentí y hablé.

-esta bien, y si tal vez la tengo, ¿es esta?--le enseñé la maleta negra--

Gundham sonrió levemente y asintió

-Si es la mía--agarro la maleta y me miró-- gracias mortal-- y se fue--

Después de esa visita cerré la puerta ye tumbe de nuevo a pensar en él día y la verdad tampoco estuvo tan mal.