UN JUEGO DEL DESTINO DEL ODIO AL AMOR

Capitulo 8

UN JUEGO DEL DESTINO
DEL ODIO AL AMOR 💘

CAPITULO 8

En la mansión Kishaba...

Suikotsu se encontraba en el despacho, sabía de la hipoteca que había sobre su casa, pero desconocía todas las demás deudas que fueron adquiridas por los excesos de Midoriko y su hijo kohaku, mientras tanto está entraba al despacho.

Midoriko:
Cariño, necesito hablar contigo.

Suikotsu:
Dime.

Midoriko:
Cónoces a Sesshomaru Taisho.

Suikotsu:
Claro que sí, es un empresario muy exitoso, que pasa con él.

Midoriko:
Me contacto, quiere casarse con nuestra hija.

Suikotsu:
(Sorprendido)
No crees que Rin está muy joven para casarse.

Midoriko:
Tiene 22 años, es una edad perfecta, además quiero que pienses un momento, es un joven apuesto, que puede tener a nuestra hija como una reina, cómo lo merece, antes que ella se fije en cualquier muerto de hambre.

Suikotsu:
Si ella está de acuerdo, no me opongo, pero si ella se niega, la apoyaré.

Midoriko:
(Dándole un beso en la frente)
Así será cariño, voy a ver si ya llegó Rin.

Midoriko se dirigía a la recámara de su hija, pues tenía que dejar todo listo, faltaban solo dos días para hacer oficial el compromiso.

Midoriko:
Rin princesa cómo te fue.

Rin:
Bien madre, pase un día muy agradable con Kikio.

Midoriko:
Necesito hablar contigo.

Rin:
Dime mamá.

Midoriko:
Sabes que odio los rodeos así que... Ya estás comprometida, el sábado es la reunión de compromiso.

Al escuchar estas palabras, Rin sintió caer en el hoyo más profundo, sintió como le arrebataban una parte de su corazón.

Rin:
(Llorando)
Madre por favor, no me hagas esto.

Midoriko:
Cálmate deja de hacer este escándalo, te vas a casar y es todo, el sábado vendrán a pedir tu mano.

Rin:
Me niego, no lo aceptaré.

Midoriko:
Lo aceptarás.

Rin:
Hablaré con mi padre, él me apoyará.

Midoriko:
Claro que te apoyará, pero tú no le dirás nada, está enfermo, acaso quieres causarle la muerte, deja de pensar por un momento en ti, y piensa en tu familia, en tu padre, al que dices querer tanto.

Rin:
Cómo ya decidiste mi vida, al menos por hoy, déjame Solá.

Al salir su madre de la habitación, no pudo evitar caer al suelo, y permitirse llorar, la iban a separar de su amor, ya no tendría un futuro con él, su pecho se oprimía cada vez más, tan solo de pensar en cómo se lo diría a Bankotsu, tenía que hacerlo ahora, así que escribió un mensaje.

Rin:
Amor, necesito verte ahora.

No pasaron más de dos minutos, cuando llegó un mensaje.

Bankotsu:
Hermosa, acabamos de estar juntos, tanto me extrañas.

Rin:
No te haz ido y ya te extraño Ban.

Bankotsu:
Te espero en el lugar de siempre.

Rin:
Voy para allá.

Salió de su casa sin que su madre la viera, debía hablar con él, mientras caminaba sentía el aire fresco en su cara, las lágrimas recorrían sus mejillas, cuando lo vio esperandola en el mismo lugar de siempre, corrió a su lado y lo abrazo, haciéndose a la idea que era la última vez...

(≧▽≦)