Capitulo 54

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UN JUEGO DEL DESTINO
DEL ODIO AL AMOR 💘



CAPITULO  54




💭
Ahora sé que mi hijo está en un lugar mejor, que me ama, viviré por ti hijo, por tu hermana, por tu padre, hasta entonces espérame, algún día volveremos a vernos.
Watashinojinsei no Hikari.

La castaña llegó al despacho, dándole un fuerte abrazo a su padre y una mirada de amor al platinado.

Suikotsu:
Tal vez... tu madre fue grosera contigo, pero entiéndela.

Rin:
No te preocupes padre, me trató bien, hablamos un rato y creo que va a estar mucho mejor.

Mirando al platinado.

Rin:
Cariño por favor, llévame a casa.

Suikotsu:
Pensé que te ibas a quedar un poco más.

Rin:
Estoy un poco cansada, pero luego vendré.

El platinado le dio la mano a Suikotsu y tomó de la mano a la castaña, saliendo de la mansión subieron al auto.

Sesshomaru:
Cómo te fue preciosa.

Rin:
La vi muy triste y un poco más delgada, al principio no quería hablar conmigo, pero la plática nos hizo bien a las dos, espero que salga pronto de su depresión.

Sesshomaru:
Ya verás que va a estar bien.

Cada día era más hermoso que el anterior, definitivamente, estaban viviendo un momento de plena felicidad.

Habían pasado varias semanas desde que Rin salió del hospital, la castaña se sentía cada vez mejor, el platinado pensó que ya era tiempo de volver a la empresa, fue así como un día cualquiera, pensó que ya era tiempo de cumplir su promesa.

El platinado se encontraba en su oficina, revisando algunos pendientes y autorizando algunos documentos, tomó el teléfono, pues necesitaba hablar con su amigo.

Sesshomaru:
Naraku, podrías venir a mi oficina.

Naraku:
Dame un momento y estoy allá.

La secretaria entró por los papeles, que había dejado para que el platinado firmara, la empresa estaba en su mejor momento, pero no sólo gracias a quién lo dirigía, sino también a sus demás empleados, todos eran personas muy competentes, e importantes para la empresa.

El pelinegro caminaba a paso elegante por los corredores de la empresa, era un rompecorazones, tenía a más de una chica suspirando por él y aunque salía con algunas, nunca tomaba en serio a ninguna, pues le gustaba  sentirse libre.

Tocó la puerta de la oficina.

Sesshomaru:
Adelante.

Naraku:
Sessho... te escuchabas algo nervioso, dime, qué tienes en mente.

Sesshomaru:
Por qué dices que estoy nervioso?

Naraku:
Te conozco.

Sesshomaru:
Necesito que me acompañes a un lugar.

Naraku:
Déjame adivinar, vamos a vernos con algunas chicas.

Sesshomaru:
No digas estupideces, vamos, en el camino te cuento.

Naraku:
Bankotsu está esperando en la recepción.

Sesshomaru:
Ibas a salir con él ❓

Naraku:
Algo así, quiere echarse la soga al cuello y quiere ayuda.

Sesshomaru:
Qué quieres decir, le va a pedir matrimonio a Kagura❓

Naraku:
Así es.

Sesshomaru:
Qué coincidencia.

Naraku:
Si no supiera que estás casado, pensaría que vas a lo mismo de Bankotsu.

Sesshomaru:
En vez de empresario, debiste ser adivino.

Naraku reía al escuchar lo que decía su amigo, al salir del ascensor se encontraron con Bankotsu, todas las mujeres los miraban, pero quién se podía resistir, a tres hombres tan apuestos.

Bankotsu:
Qué bueno que te uniste, Sessho.

Naraku:
No se unió, quiere reafirmar su posición de condenado.

El platinado río, los dos hombres se quedaron mirando, pues nunca lo habían visto reír.

Naraku:
Te encuentras bien, Sesshomaru.

Sesshomaru:
Mejor que nunca.

En casa, la castaña se encontraba en la cocina ayudando a Kaede, estaba sumamente feliz, tenía todo lo que pudiera desear, de pronto un leve mareo la obligó a sentarse.

Kaede:
Se encuentra bien señora ❓

Rin:
Si Kaede, no te preocupes, sólo fue un pequeño mareo.

Kaede:
Ya le había pasado antes ❓

Rin:
No, es la primera vez.

Kaede:
Yo creo que lo mejor será, avisarle al señor.

Rin:
No le digas por favor, es algo sin importancia, debe ser que aún no me recupero del todo.
Me voy a recostar un rato, tan pronto llegue Sesshomaru, podrías avisarme por favor.

Kaede:
Claro señora.

La castaña salió de la cocina y subió las escaleras, se sentía aun algo mareada, se sostuvo del barandal para no caerse.

💭
Me siento mal, no sé qué me pasa, llamaré al médico para que me dé una cita, no quiero alarmar a Sesshomaru, esperaré para saber qué me dice el doctor, tal vez necesito un poco de descanso.

Al llegar a su habitación, busco en su agenda el número del doctor, llamando inmediatamente para así agendar una cita, afortunadamente para la castaña, se la dieron para el día siguiente en la mañana, sería perfecto, así podría ir al médico y tendría los resultados, todo antes de que el platinado llegará.

Los tres hombres se encontraban en un gran centro comercial, obteniendo las miradas de todas las mujeres del lugar, mientras platicaban caminaban hacia la mejor joyería del lugar, al entrar los atendió una bella joven, con una excelente presentación personal, miraba con intensidad al platinado, pero éste sólo veía la estantería y las hermosas joyas, divisando cuál sería la perfecta para su hermosa castaña, igualmente Bankotsu, elegía la indicada para su amada oji carmín, revisaba cada pieza, hasta que encontró la indicada, un hermoso anillo de diamante azul, era hermoso, perfecto para ella, al igual Bankotsu, eligió un anillo de Rubí perfecto, era como ver sus ojos reflejados allí, guardaron cada pieza en sus respectivas cajas, los hombres pagaron los anillos y salieron del lugar.

Naraku:
Y ahora, qué piensan hacer❓

Bankotsu:
Yo voy a ir a cenar con Kagura, quiero que sea especial, voy a pedirle que sea mi esposa.

Sesshomaru:
Qué te parece si esperas a mañana y hacemos algo especial en casa para ellas, sé que les encantará compartir este momento juntas.

Bankotsu:
Está bien, me parece perfecto.

El platinado se dirigió a su casa muy emocionado, deseaba como cada día ver a su esposa. Bankotsu decidió que fuera una sorpresa, así que hizo una llamada a Kagura, diciéndole que no la podría ver a causa del trabajo, ambos pelinegros fueron a tomar unos tragos, a un bar algo discreto, perfecto para hablar, al llegar les dieron una mesa, pidieron un whisky, platicaban de varias cosas. Naraku estaba muy interesado en invertir en el negocio de Bankotsu, después de un par de horas, Naraku vio a una mujer, que le llamó mucho la atención, sentada en la barra.

Bankotsu:
Veo que encontraste una víctima.

Naraku:
La noche es joven, porque no divertirse.

Bankotsu:
No tienes remedio, yo me marcho, no quiero hacerte mal tercio.

Naraku:
Está bien, mañana nos vemos en la oficina, me interesa mucho invertir contigo.

Bankotsu:
Perfecto, nos vemos.

Dijo esto último saliendo del bar, se subió a su auto y se marchó a su departamento, no le interesaba quedarse a ver a otras chicas, se sentía feliz y pleno, con su hermosa oji carmín...






( ˘ ³˘)♥


UN JUEGO DEL DESTINO DEL ODIO AL AMORWhere stories live. Discover now