09: 𝖊𝖑 𝖊𝖘𝖙𝖆𝖇𝖑𝖔

1K 85 31
                                    

Al salir del entrenamiento Josh se acercó a Jaden y a mí.

- Hey Cass.- dijo un poco incómodo al notar a Jaden a mi lado.

- Me alegro de que te acuerdes aún de mi nombre.

- ¿Qué te pasa? - preguntó confuso.

- Hasta Jaden se dio cuenta.- respondí molesta mientras recogía mis cosas.

Definitivamente el primer entrenamiento no había empezado con buen pie.

- ¿Me infravaloras, princesita? - dijo burlón el ojiazul.

- Jaden, ¿puedes dejarnos a solas unos minutos? - preguntó Josh.

- Ahora sí la mira.- escuché que Jaden decía por lo bajo mientras se alejaba.- ¡Te espero fuera Cassie! - gritó.

Seguramente para joder un poquito más a Josh.

Maldito hijo de Dinamarca.

- ¿Cómo es que le permites que te llame Cassie sabiendo perfectamente que eso te molesta y que solo dos personas te llaman así?

- Josh, tengo prisa.- no tenía por qué darle una explicación a eso. Lo veía absurdo. En general nuestra discusión estaba siendo un absurdo y tóxico ataque de celos pero no podíamos evitarlo.

- ¿Qué mierda te pasa Cass?

- Tranquilo, estoy bien. Perfectamente.

- ¡Joder Cass, para! - elevó la voz sujetándome por los brazos.

Miré alrededor por si alguien nos había escuchado y observé a Jaden presionar la mandíbula mientras nos observaba desde la puerta.

- Está bien, quieres saber lo que me pasa, ¿no? Te veías muy a gusto siguiéndole el juego a Mads. Josh si hasta dejabas que te manoseara los abdominales.- rodé los ojos.- Llámame tóxica o lo que sea que te salga de ahí abajo pero podías haberla parado, ¿no crees? Todos sabemos de qué pie cojea.

- ¿Todo esto es por celos? ¿Es eso? ¿Estás celosa?

- ¿Pasa algo si no me gusta que manoseen a mi novio? Oh, claro, había olvidado que es lo normal ahora.- me alejé de él. No tenía ganas de seguir con esto y dañarnos mutuamente.

- ¿Cómo crees que me he sentido cuando he visto a Jaden tocarte la cintura y darte un estúpido beso en la mejilla? - elevó aún más la voz.

Me detuve en seco y me di la vuelta hacia él.

- Tú lo has dicho, fue un estúpido beso. Al menos se centró en el entrenamiento que mi padre te encargó a ti mientras tú te devorabas a la princesita rubia y tu novia rogaba por la atención que no ha recibido en todo el entrenamiento. Tranquilo Josh, no volveré a rogar por tu atención.

No volvió a decir nada más.
Al acercarme a Jaden mis ojos escocían.

- ¿Podemos irnos? - él asintió y tampoco preguntó acerca del tema.

Jaden y yo no hablamos en todo el trayecto. Él pareció entender mi silencio y sinceramente me alegro de que lo haya hecho.

Esa noche, como todas las de esta semana, contábamos con los invitados de Dinamarca. Otra cena más. Otro vestido más que justamente ese día no deseaba usar.
La discusión con Josh, de una forma u otra me había bajado el ánimo. Jamás habíamos peleado y menos por celos.

No quería estar así con él pero tampoco pensaba arrastrarme para que me mirara aunque fuera por dos segundos.

Me paré frente al espejo. Mis ojos estaban un poco hinchados por todo el rato que estuve llorando desde que llegué a la habitación.
Quizás estuviese exagerando pero Josh es mi primer novio, mi primer amor y no quiero echarlo a perder por algo tan estúpido.
Tenía miedo, miedo de arruinar lo único que se había sentido tan auténtico en mi vida.

LA MALDICIÓN DE LA CORONA [MALDITOS #1]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora