~29~

51 10 12
                                    

Nota importante al final.





—Liz...

Era ya tarde, casi estaba amaneciendo pero el seguía ahí, el cielo se estaba aclarando y los pájaros cantaban, la brisa estaba más fría que nunca por la temporada, y ahí estaba el. El sueño podía notarse con facilidad, ya se había asegurado que sus hijos estuvieran a salvo, con un beso en la frente los dejo dormir y salió de la casa, nada iba hacer que se apartara de la entrada de la casa, no hasta que su querida esposa estuviera a salvo a su lado.

Aun con su habitual expresión seria, sus ojos se iluminaron al ver el coche acercarse y a ella en el asiento del copiloto, apoyaba su cabeza contra el respaldar y sus ojos estaban en una lucha por cerrarse al igual que el, pero ya se había acostumbrado a lidiar con ello.

Ella se bajo del coche enseguida con la ayuda de su marido quien la tomaba de la mano, pero ella lo aparto y con una gran sonrisa se lanzo a sus brazos, el oculto su rostro en su cuello respirando esa deliciosa fragancia a pomelia que desprendía de todo su ser. Sus brazos rodeaban su pequeña cintura mientras que ella de puntillas por la diferencia de altura se aferraba a su cuello.

Al separarse unos centímetros ambos unieron sus labios con un beso lento lleno de felicidad y cariño. El se quito su abrigo para ponérselo en los hombros, la tomo en brazos y la alzo sacándole unas suaves risas ella apoyo su cabeza en su pecho y se despidió de su amigo y sobrino con la mano mientras que el la llevo a su habitación donde la tumbo con cuidado sobre la cama, le dio un besó en la frente y la ayudo a desvestirse hasta quedar desnuda, tomo una camisón de seda y la ayudo a ponérselo.

—Descansa, querida, debo trabajar... hablare con Davis para pagarle los días que faltaste. Después de quitarse su corbata con las manos y soltar un suspiro cansado volvió acercarse a ella para apoyar su frente a la suya unos segundos con los ojos cerrados, ella le tomo de las mejillas evitándole separase.

—Cariño, Vitto... también debes descansar... —susurro ella intentando convencerlo de quedarse a su lado.

La única respuesta que recibió fue un suave beso en sus labios, luego de eso el se separo... Aun que ella deseaba ponerse de pie eh ir tras el para convencerlo, darle cualquier excusa o tener una pequeña discusión, su cuerpo y mente no se lo permitieron, apoyo su cabeza en la almohada y escucho como el entraba al baño de su habitación y en segundos el agua cayendo en la tina, fue lo único que escucho hasta que su lucha interna acabo y termino completamente dormida.

********

—Valla, valla pensé que por fin me dejarías en paz... pero aquí estas. —Dijo ella molesta, se cruzo de brazos y frunció el ceño para darle la espalda.

—Escucha muñeca, me agradas, eres más inteligente de lo que pareces, ¡pero no pudiste hacer algo tan simple como enviar a mi hijo con mi hermano y mi madre! ¡Maldita zorra!

—¡¿Ahora es mi culpa?! ¡Tu eres el maldito! Me has mentido miles de veces, es tu culpa por no decir la verdad, dijiste que no tenías más familia, me dijiste que tu madre murió al darte a luz. Hice lo que me dijiste, lo ayude como pude y el... el malagradecido me traiciono, fue tu culpa por confiar en el, parece que no aprendiste nada de cuando estabas vivo. ¡No confíes ni en tu maldita y desagradable sombra!

—¡Es mi hijo! ¿acaso no confías en Amy, oh en Antonella o Santino?

—¡Ni siquiera lo conoces, estas muerto! Vittorio tiene razón... estoy loca.

•𝑃𝑟𝑒𝑠𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑑𝑒𝑙 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑑𝑜• #2Onde histórias criam vida. Descubra agora