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*como recomendación, repitan la canción todas las veces que sean necesarias



«Bioluminiscencia»

18 𝖉𝖊 𝖒𝖆𝖗𝖟𝖔 𝖉𝖊 2021



Y así como el tiempo pasaba, nuevas personas llegaban... y otras se iban. A fin de cuentas de eso se trata la vida, de ganar y perder... de dar las gracias y dejar ir.

Como Owen y Savannah, quienes terminaron su relación por cuarta vez en el mes, aunque esta parecía la definitiva, sin embargo, en cada receso continuaban discutiendo. Bonny decía que era contaminación auditiva, pero Martha la callaba antes de que la castaña clara se pusiera de peor humor si es que era posible.

También faltaba muy poco tiempo para el fin del curso, de hecho, del último. Solo les quedaba dar otro empujoncito más para graduarse, y con suerte, triunfar en el medio musical; todos tenían planes distintos, y es que Carolynn ya se dedicaba al ballet clásico profesional, y después de que contrajera nupcias con Jeremy dentro de unos meses, ambos se marcharían a Londres, donde la ojiazul asistiría a una de las mejores academias, y Jeremy grabaría su primer disco en un estudio de grabación que poseía un buen amigo de su padre.

Savannah ya tenía un sinfín de audiciones en la lista de espera, lo cual la tenía emocionada, mas también estresada y practicando todo el tiempo las líneas que se había aprendido desde hacía unos meses cuando las oportunidades se presentaron. Por otro lado, Owen se mudaría a Ottawa en busca de un grupo musical, ya que uno de sus covers había recibido buena respuesta y unos productores le contactaron. Bonny, a diferencia del resto, estaría viajando con su novia por un año entero, conociendo los distintos estilos musicales de los países, y filmar un documental de la riqueza de culturas, analizando profundamente cada tradición; Nina adoraba bailar y hacer cortometrajes, Abonny amaba hacer locuras... eran simplemente el dúo perfecto.

Pero Charlie y Martha... 

En realidad tenían mucho de qué platicar, y justo por ello, se reunirían a ver la puesta del sol en la playa, pues un fenómeno espectacular de bioluminiscencia se presentaría por primera vez en Nuevo Brunswick; escogieron una playa lejos del centro de la ciudad que Neil les recomendó, pues estaba oculta en el bosque, y un pequeño río que conectaba al mar, atravesaba los árboles. Según el hombre, en sus tiempos llevaba ahí a la madre de Charlie, para tener más privacidad y volverla un secreto más. Tenían un plan: tomar una cena romántica bajo las estrellas, sin móviles, y contemplar una de sus cosas preferidas.

Era el plan perfecto.

Así que a las seis en punto, Martha terminó de colocarse una sudadera por encima de su blusa primaveral, lo que le recordaba que en unos días cumpliría veintitrés años; el ojiverde y ella habían adquirido boletos para viajar a un concierto de su banda preferida. Alisó inútilmente su cabello y alimentó a Delilah antes de marcharse. Fue un camino largo, pero le gustaban los paseos entre los bosques de Dieppe, pues le recordaban su aroma preferido. Como Charlie siempre se quejaba de su tardanza, decidió llegar temprano, por lo que se vio obligada a soportar veinte minutos hasta que él arribara.


—Hey —lo saludó sentada a unos cuantos metros de la orilla, donde la espuma de mar apenas y tocaba sus dedos —Tardaste, chico.

—Estaba con papá perfeccionando unos detalles —contestó tomando asiento a su lado y robándole un beso. El ojiverde usaba una hoodie gris varias tallas más grande, unos shorts y sus tenis algo percudidos; el cabello le había vuelto a crecer con esos mechones más claros luego de que se diera por vencido y Jeanette se lo recortara; sinceramente, también le sentaba bien aquel look, pues remarcaba su mandíbula y sus ojos verdes ayudaban al atractivo

𝑷𝒐𝒓 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒏𝒐𝒄𝒉𝒆 | charlie gillespieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora