Good Father. [Remus J. Lupin] ©

Good Father. ©

James, Remus y Peter observaron en silencio intrigados a su amigo Sirius, quien había entrado al dormitorio que compartía con un aura fastidiada, era fácil notar su mal humor y poca tolerancia en ese momento. Se encontraban solos, el resto del alumnado de Gryffindor había comenzado a retirarse para la cena de aquel Viernes, James miraba a Remus queriendo cuestionarlo con la mirada como si aquel hombre de cicatrices supiese la razón de aquel irritable carácter.

— ¿Qué sucede? —Preguntó Peter sintió el miedo inundarle en seguida por creer que sería silenciado por algún grito por parte del pelinegro.

La garganta de Sirius se encontraba seca, por más que intentaba tragar saliva para humectarle no podía, en un esfuerzo por encontrar el valor aquel desterrado Black lamió sus labios soltando un suspiro pequeño que en realidad logró perturbar a sus tres amigos debido a que ellos, lograron percibir la penumbra de lo que sea que afligia a aquel hombre.

— Muriel está embarazada. —Soltó sin más.

Los tres pares de ojos se abrieron con sorpresa ante la noticia, Muriel era una mujer muggle que Sirius había conocido en una de sus tantas salidas con sus amigos para conocer el mundo muggle y sus novedades. Aquella esbelta mujer había quedado cautivada por Sirius así como Sirius por ella, y ambos, no dudaron poco después en convertirse en pareja hundiendo un poco más su prestigio de forma familiar pero realzando el interés de algunas brujas en él a las que no les importaba que aquel mago tuviese una pareja.

Total, era muggle.

Con apenas 17 años, Sirius sintió su vida destrozarse con aquella noticia apenas la recibió ¡Ambos eran jóvenes, aún! ¡Ninguno podía ser padre!

— ¿Qué harás? —Preguntó torpemente James en esperanza por escuchar al menos una absurda decisión.— Eso es genial ¿No?

— ¿Qué? ¡Claro que no! —Chistó Sirius con molestia.— ¡Ambos somos jóvenes aún! ¡No podemos ser padres!

Remus pasó una mano por su boca para cubrirla un momento de forma inconsciente.— Siempre hay una opción. —Dijo aquel hombre de cicatrices atrayendo la mirada de sus amigos al entender a lo que se refería.

— Ella no quiere abortar, no puede ya, el embarazo ya no es viable, y yo no quiero ser padre aún.

— Pero no piensas dejarla sola ¿Cierto? —Apuntó James severizando su mirada en Sirius el cual se mantuvo callado cosa que hizo fluir la cólera en aquel— No vas a dejar sola ¿Verdad, Sirius? —Habló esta vez en un tono más serio.

— Bueno no pero tampoco me puede obligar a hacerme responsable.

— Ella no se embarazó sola.—Dijo con firmeza el hombre lobo.— Esta es una responsabilidad de ambos, y te guste o no debes hacerte responsable.

— ¿De que lado están? —Bramó con fastidio el mayor de los Black mirando a sus amigos en especial sosteniendole la mirada a Remus quien parecía demasiado firme y molesto con él.

— Del de Muriel, esa chica te entregó su confianza y tú no le puedes pagar de esta forma.

El aura de aquella habitación en la torre de Gryffindor era agobiante, tensa, los cuatro amigos estaban en silencio. Peter no hablaba, sentía que no tenía nada que decir, no era su problema después de todo y nada de lo que dijera o hiciera ayudaría en algo a su amigo. James y Remus por otro lado parecían preocupados al igual que Sirius, el primero simplemente se resignaria y con demasiado gusto buscaría ser el mejor tío, el segundo estaba tanto molesto con la actitud irresponsable de su amigo al ser su primera idea abandonar a la chica.