Capítulo 1: "1981"

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"Good bye, Moony".

En medio del silencio Sirius veía desde la silla indivual del jardín en donde se encontraba el portabebé que había frente a él en el suelo, aquel varón se preguntaba ¿Cómo es que él era padre de ese diminuto ser indefenso? No se terminaba de acostumbrar a esa nueva vida como padre que había traído consigo desgracias para su intereses juveniles.

Algunas chicas habían perdido el interés en él desde que el rumor de que el primogénito de los Black se había convertido en padre de una mestiza, reduciendo así su considerable grupo de admiradoras y ocasionando que un imperceptible sentimiento de rechazo por su hija floreciera al ella comenzar a cambiar toda su vida.

Él mismo se negaba a que su hija fuese digna de llevar ese peculiar apodo, Bless, pues hacía alusión a una bendición y ella era todo lo contrario en su alocada vida.

Muriel seguramente estaría rehaciendo su vida como si nunca nada hubiese pasado y él tenía que quedarse con esa carga de cabellos negros y ojos azules de apenas un año. Eso no le agradaba, no era justo.

Pero entonces observando a su hija dormir a su mente saltó la idea que difícilmente podría evadir "¿Por qué ella sería un impedimento?" Sirius Black volvería a sus andando, teniendo que esforzarse el doble para que su hija no significara un problema por ello mismo aprovechaba cualquier oportunidad de favor a James y Lily que cuidasen de Bless cuando necesitaba salir con alguien.

James y Lily no podían objetar aunque Lily muchas veces terminaba quejandose con su novio, no le molestaba cuidar de la pequeña Black, por el contrario, ella misma alimentaba las ganas de tener una familia pero que las actitudes desinteresadas de Sirius en su primogénita fueran solapadas por James la fastidiaba.

Peter no tenía problema alguno en cuidar a la bebé, realmente él tenía un sencillo don de simpatía para con los infantes, quizá su personalidad insegura y tímida le ayudaba a desenvolverse mejor con la bebé que no generaba un juicio propio.

Remus por otro lado, y muy diferente al resto era con quién más, frecuentemente, Sirius discutía pues el licantropo no permitía a su amigo dejarle a su cuidado a la pequeña. Lupin se ofrecía muy gustoso a ser quien atendiera a Bless siempre y cuando Sirius ocupase ese tiempo libre sin la bebé para descansar pues tenía presente lo cansado que podía ser cuidar de un menor.

Remus no desaprobaba que su mejor amigo se fuera de fiesta o estuviese en una cita, entendía que él en algún punto debía rehacer su vida en caso de que así lo quisiera pero él ya no estaba solo, ya no simplemente Sirius Black, era Sirius y Bless Black.

— Bien pequeña —Dijo Sirius poniendose de pie estirandose un poco para que su cuerpo adormilado se espabilara.— El tío Moony no debe tardar así que será mejor que comience a alistarme. —Habló a la bebé que yacía dormida, Sirius tenía una importante cita con una chica esbelta que había conocido cuando caminaba por el callejón Diagon en busca de cosas que pudieran serle útil para el entretenimiento de su hija.

Aquel hombre Escorpio caminó de regreso al cálido interior del hogar dirigiéndose a la segunda planta mientras en su mente repasaba que prendas serían las adecuadas ¿Estaría bien llevar el chaleco de gamusa en color ocre? ¿Ir con su chamarra de cuero? ¿Qué calzado podría llevar? Black comenzó con su rutina, tenía que ponerse tan presentable para demostrar que seguía tenía ese toque a pesar de tener una hija.

Una hija... ¡Su hija!

Sirius Black salió disparado del cuarto de baño para correr escaleras abajo con su diestra sujetando la toalla enrrollada a su cadera, los ojos grises de aquel pasaron a la sala, a la cocina y cuando entraba en desesperación a su mente saltó el jardín.

Good Father. [Remus J. Lupin] © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora