VII

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Kohaku había llegado a su trabajo, más bien la residencia fuera de la ciudad donde vivía Xeno, se cambió y apto por ver las investigaciones que tenía pendientes hacía su objetivo pero fue interrumpida su lectura por uno de los asistentes de su jefe.

-Señorita Kohaku, Xeno-sama la necesita- El asistente se retiró.

Estába algo confundida ella ya qué, cuando la llamaban a ver a Xeno personalmente era para una misión especial o algún regaño por fallar en sus objetivos. Sin más se retiró de su oficina para ir a la Biblioteca que era también la Oficina de si jefe, tocó al recibir la respuesta de que entrará.

Entró con algo de nervios, pero no los debía demostrar, al verlo ahí leyendo uno de sus infinitos libros que tenía en la habitación, al verla dejó su lectura.

-Pasa Yoshida-san- Hablaba japonés para ella, ya qué aún le cuesta hablar en inglés en su trabajo.

-Me mando llamar Señor, ¿Ha habido algún problema? - Ésto último lo dijo seriamente.

-Nada importante, solo que fuimos invitados a una fiesta por parte del alcalde- Sacó de entre su sacó una invitación- Invitó a cada uno de aquí, hasta a tí Yoshida-san, también esta invitado Ishigami Senku. Así que sabes que hacer, tenemos 3 días para prepararnos, si hay necesidad de derramar sangre lo haremos sin ninguna objeción.

-Esta bien Señor, con permiso- Se retiró.

Estubo pensando todo el día en la fiesta y en que vería a todos, tenía años de no tener algún tipo de contactó desde que estaba en USA. Le mandó un mensaje a su hermana para pedirle ayuda en comprar un vestido y arreglarla un poco.

Los días avanzaron muy lento ya qué seguía teniendo en la cabeza y en sus sueños los ojos rojos de Senku.

«No seas idiota, él te rompió el corazón, se acostó con tu peor enemiga»

Le retumbaban tantas palabras, tanto en el día como en la noche, lo extrañaba y a quien quería engañar seguía amandolo con intensidad como si aún fueran adolescentes. Extrañaba el contactó con su piel, sus besos, sus caricias. Debería tener la cabeza fría para hacer todo lo que tenía planeado, pero su compañero se había dado cuenta.

-Así que, ¿Iras a la fiesta Kohaku? - Se acercaba a ella invadiendo su espacio personal.

-Hiroshi, ¿Desde cuándo me hablas con tanta confianza? -Mostraba su mirada asesina, odiaba que este patán la llamará por su nombre y no por el apellido ni las formalidades.

-Lo siento Yoshida-san, pero sabes bien que tenemos tiempo de conocernos, ya es hora de que te des una oportunidad con alguién de tu clase y altur- Recibió un golpe bajó, está había dado un golpe con su rodilla, estaba colmando su paciencia que antes de matarlo con sus propias manos se fue de ahí-Buen... Juego Yoshida Kohaku, pero me la pagarás caro.

Kohaku iba conduciendo a la casa de lo que le quedaba de familia, había avisado que llevaría comida para cenar. Después de la cena estába pensando en hablar seriamente con Chorme, aunque no podía culparlo. Ella quería enterrar todo pasado doloroso, no quería volver a la depresión e intento de suicidio. Ahí estaba frente a la casa de su hermana mayor, estacionó el auto, sacó del asiento trasero las bolsas con comida que había traído y tocó el timbre, dándole la sorpresa de que abrió su hermana y no Chrome.

-Hola Ruri-nee- Recibió un abrazo de su hermana mayor y le quitó algunas bolsas.

-Pasá- Se adelantó al comedor- Pensé que tardarias más en llegar.

-Terminé mis pendientes temprano y pasé a comprar la cena, ¿Dónde están mis sobrinos? - Era raro no verlos ahí haciendo ruido.

-Kyoko y Tetsuo fueron con Chrome a recoger unos materiales, no han de tardar- empezó a acomodar la mesa- Por cierto compré lo que me dijistes.

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