Ese era el mejor termino que podía describir lo que había a la vista, todo mientras un ser estaba tranquilamente sentado en un tumulto de cadáveres,pero había algo extraño.
La sangre.
O mejor dicho.
icor, la sangre de los inmortales
Era dorada, tan profundamente dorada que podría ser confundida con oro líquido mientras algunos de los seres que ya llevaban tiempo muertos se empezaban a deshacer en un polvo de oro.
Se supone que eso lo mejor del cielo, fue lo que esté ser pensó,demostrando su inhumana apariencia.
Vestido con una armadura dorada, un mono humanoide con un baculo de lo que parecía ser piedra y con un aspecto que a simple vista parecía que se iba a romper si lo soltaba, el mono humanoide estaba parado alzándose con orgullo sobre los cientos de divinos cadáveres.
Ya era hora, lo mejor de lo mejor del cielo, vengan a mi...dioses taoistas dijo mientras alzaba el baculo de piedra.
Perdió.
Pero que conste que fue injusto, el anillo de ese idiota lo golpeó en la cabeza y le dio tiempo a erlang Shen de capturarlo,aunque se infló de orgullo ya que para ello prácticamente todos los dioses taoistas tuvieron que atacarlo.
El solo miraba con algo de burla como intentaban distintos métodos para matarlo, guillotina, tirarlo de un acantilado, cortarle la cabeza, aplastarle la cabeza.
Intentaron cada método mientras el solo los miraba con burla.
Después de tantos entrenamientos,magias,mantras y otros métodos de con los cuales logro la inmortalidad básicamente era imposible matarlo, eso y que ahora al igual que con ellos había icor en sus venas.
Quememoslo en el caldero.
Eso lo hizo dudar, el no sabía que tan calientes estaban las llamas pero podría intentar,jamás estaba de más.
Ardía,todo ardía, demasiado, simplemente más de lo que espero.
Pero el no pensaba morir.
Pensaba poner de rodillas a toda esta bola de chinos presumidos por ser seres que han vivido miles de años sin un verdadero castigo de sus acciones.
El había vivido billones de años antes que cualquiera de ellos, simplemente no tenían el derecho de mirarlo hacia abajo.
Sintiendo como todo su pelaje ardía no se dio cuenta de los rasgos que empezaron a cambiar.
Aparte de sus caninos,sus otros dientes se hicieron planos, su cara se hizo un poco más puntiaguda, el enorme pelaje dorado en su cuerpo retrocedió dejando un cuerpo delgado y definido a la vista, el pelo sobre su cabeza que era lo único que quedó de pelo se volvió negro y sus ojos fueron el cambio más grande, donde antes había una pupila azul con una cruz negra como iris ahora era una pupila roja rubí con una cruz dorada como el oro.
Crece..., yeoui.
Nota del autor Me suena más chido yeoui que ruyi yingu bang
Al instante el caldero que se encontraba a la vista de todos los dioses explotó .
Se acabó...tras esas palabras el mono humanoide que ahora solo estaba vistiendo un pantalón holgado siguió con lo que hacia antes de ser atrapado.
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