Destino Roma con amor

VII

Ese día, como todos los demás, iría a comprar de desayunar a la panadería, pero hoy era diferente, puede que tardara demasiado en ducharse, en elegir la ropa y peinarse, pero lo que más sorprendía, era que se había echado colonia y se había afeitado (Cosa que llevaba tres días sin hacer). Pero obviamente no tenía nada que ver con el chico de pelo rizado, de ojos verdes, que media 1'83m, llamado Harry, con el que se había besado ayer, obviamente no.

Salio del hotel y pensaba ir corriendo o al menos andando rápido, no podía esperar a verlo, pero si corría, con el calor que hacía, seguramente sudaría y por supuesto, lo ultimo que quería era llegar oliendo mal.

Al llegar más temprano había bastante gente para hacer cola y cuando fue su turno Harry aún estaba en la parte de atrás haciendo los pasteles.

Espero en el banco de enfrente al establecimiento mientras tomaba su desayuno. Sólo a él se le ocurría llegar una hora antes.

Cuando no hubo nadie en la cola entre en la tienda, para ver a.una mata de rizos colocando la repostería recién echa en su sitio. Harry no lo oyó entrar, ya que estaba tarareando una canción, no era ninguna de las suyas, lo que decepcionó a Louis un poco, pero no lo suficiente para quitarle la sonrisa.

-Hola- Dijo suavemente asustando un poco a Harry

El ojo verde se quedó estático en su sitio, casi no pestañea a y estaba pálido, como si viera un fantasma.

-H_hola- Dijo sin apartar la mirada de Louis

-Acaso viste un fantasma?- No pudo evitar soltar una carcajada aguda después de decir esto

- No, no es eso...- desvió su mirada hacia la comida- Pensé que no vendrías-

-Porque no lo haría? Acaso no lo llevo haciendo desde hace unos días?-

-Si, si, pero me dijeron que habías venido antes, así que pensé que me ibas a evitar, por, por... Por lo de ayer- Lo último lo dijo casi avergonzado

- Estás de coña- Rió fuerte- es el mejor beso de la historia- Le dedicó una sonrisa cálida y se acercó-Acaso tú te arrepientes?-

-¡No!... Quiero decir... No, no me arrepiento- se sonrrojó y desvió la mirada de los ojos azules

-Bien entonces, te veo más tarde- le sonrió coqueto y le guiño el ojo.

Salió de la tienda con una sonrisa y un par de ideas en mente para una posible cita, pero para eso tendrían que esperar una semana y media. Mientras tanto se tendrían que conformar con caricias, abrazos y muchos besos robados, como si fueran adolescentes esperando que nadie se diera cuenta de ello. Torpemente indiscretos.

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Lo siento, no puedo actualizar muy seguido porque estoy empezando los exámenes finales

El capítulo es muy corto, lo se, lo siento