Capítulo 13

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No esperaba ningún tipo de acercamiento físico entre 043 y yo. Bueno, tal vez un poco, no pueden culparme por eso, pero la verdad es muy distinta. Nos pasamos horas y horas viendo gente caminar de aquí para allá y no despegamos nuestros ojos del pequeño computador en el que se muestra la vitrina de la joya.

Los agentes en la central consiguieron infiltrarse en el sistema de cámaras y tenemos total acceso a ellas, por lo que mientras yo vigilo que todo siga igual con el collar, 043 se encarga de revisar todas las cámaras y ubicar dónde están los de seguridad.

El tiempo pasa y mi aburrimiento es cada vez mayor. Observar una imagen que no cambia es tanto agotador como aburrido, por lo que casi me quedo dormido hasta que un golpe en la parte trasera de mi cabeza me hace volver en mí.

—Si la misión falla por tu ineptitud, te vuelo la cabeza.

Prefiero no responder nada. Al parecer es su amenaza favorita. Creo que todos la hemos escuchado y no tengo ganas de que me demuestre lo sinceras que pueden ser sus palabras.

Finalmente, a las 0100 horas, las luces se apagan y llegan unos siete hombres más para ayudar a crear un anillo de seguridad alrededor del collar. 043 tenía razón.

—Llegaron otros diez fuera del salón –anuncia.

—Entonces tenemos un total de 20 hombres.

—20 hombres más el sistema de seguridad con el que siguen trabajando. Está bastante bien hecho y les está dando trabajo terminarlo. Vístete mientras esperamos.

Me pongo de pie para buscar la ropa, y la veo sacándose el vestido. ¿Vergüenza? No creo que ella sepa lo que es eso. Para cuando me quiero dar cuenta de lo que hago, tengo una mano en su cintura mientras ella se sube los pantalones. Se detiene y me mira.

—Esto es cuando yo quiera, no cuando tú tengas ganas.

—¿Es broma?

—No, y estamos en medio de una misión, así que cámbiate.

Con el "esto" es obvio que se refiere al sexo. Definitivamente debo tener la peor suerte del mundo. Yo podía seguir cogiendo con cualquier mujer en el salón de la diversión, pero no, ahí quería yo cogerme a la primera agente que vi cuando llegué.

Me quito el esmoquin de mala gana y me pongo el traje de combate negro que usamos en las misiones. Uso el equipo completo: guantes, gafas militares de visión nocturna, comunicadores y todos los artefactos que posiblemente se utilicen para la extracción. Cuando me doy la vuelta, 043 está lista y continúa sentada frente al pequeño aparato.

Pasan unos cinco minutos hasta que vuelvo a escucharla.

—Listo. Hora de jugar.

Salimos de la habitación y conecta su reloj con el mío, de manera que tengo acceso a todas las cámaras. La idea es entrar y... matarlos a todos. Bueno, no los vamos a matar. Usaremos un lanzagranadas M203 modificado y lleno de dardos tranquilizantes para romper el anillo exterior y una vez dentro, con el sistema de seguridad desactivado, dispararemos los dardos al siguiente anillo, tomaremos el collar y lo reemplazaremos por una buena réplica cuya diferencia a esa distancia no se observará. Para cuando quieran sacarla estaremos en un avión de vuelta a la agencia.

El problema aparece cuando vemos al final del pasillo y hay otro anillo de seguridad.

—¿De dónde diablos salieron? –se queja 043 buscando en la cámara a esas personas—. Mierda, volvamos.

No hago preguntas, no pongo objeciones. Todo lo que 043 diga se hace y no hay más nada que hablar del asunto. Cuando estamos dentro de la habitación, toma el pequeño computador y se pone como loca tecleando un montón de cosas que ni idea.

Agente 043Where stories live. Discover now