Capítulo Treintaiuno.

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Capítulo Treintaiuno

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Capítulo Treintaiuno.

" Dulce realidad, ¿paz? "

La peliazul ya se había dado una ducha, y ahora esperaba a su compañero en la cama, acostada con un camisón de color azul, al fin dormir en su cama después de tantos meses le hacia feliz, pero más compartir ese momento tan cotidiano con él saiyajin. Paso la pagina de su libro, al segundo que escucho al guerrero salir de la ducha, desvío su mirada a él, quien se ponía solamente su ropa interior para dormir, admiro desde su lugar el cuerpo de Vegeta, y es que ese hombre le encantaba, más que nunca. Mordió su labio y dejo su libro en la mesa de al lado, en ese segundo que él se sentó en la cama y se acosto de manera que sus brazos fueran su almohada, ella apago la luz. No dudo en deslizarse por la cama, hasta llegar a su costado, colocando su mano en la espalda de este.

Ante ese movimiento, él la vio fijamente, aún en la leve oscuridad podía ver su rostro completamente claro, esa suave sonrisa y su gesto. Aspiro su aroma, embriagandose, deslizo su mano hasta llegar a su cintura, en donde ella rio suavemente, — esto se siente muy bien, — admitió feliz.

— Es cómodo.

— Es más que eso.

— ¿No tienes sueño?

No le respondió, simplemente acaricio los musculos de su espalda, con suavidad, e hizo que sus uñas lo rozaran, fue subiendo hasta la nuca de este, para acariciar su brazo. Él príncipe maldijo en su interior, por dejarse embaucar tan rápido por unas simples caricias, rápidamente apretó más su agarre en su cintura, y luego se acerco más, de manera que pudo casi besarla, bajo su mano hasta su cadera, — ¿qué estas planeando, Bulma? — cuestiono roncamente, aquello hizo que la peliazul le falta el aire.

Remojo sus labios, — nada... — respondió en un susurro.

Él negó con su cabeza, — Dime, ¿qué es lo qué deseas? — su mano se fue deslizando de su cadera, por su pelvis, — sé que quieres algo más... — suavemente toco su intimidad sobre el camisón, sacándole un suspiro arrebatador.

Sintió el calor subir por su cuerpo, y no supo como controlarse, trago saliva, — ¿Y tú? — rebatió con voz ahogado. — ¿qué es lo que quieres?

Él guerrero sonrió con maldad, para luego deslizar su mano debajo del corto camisón, agradeció el hecho de que ella no tuviera ropa interior, puesto que pudo tocar su botón de placer, arrancándole un gemido, y logrando que sus uñas se enterraran en su espalda. La joven dejo caer su cabeza hacia atrás, a lo que él se inclino, besando su cuello, se dirigió a su oído, — Quiero follarte, quiero estar dentro de ti y escuchar que gritas mi nombre, — sus dedos se deslizaron dentro de ella. — así, quiero hacerlo.

Sus labios se abrieron, al segundo que gemidos salian de ellos, pero él detuvo sus movimientos, frenando el placer, quería escucharla suplicar por estar con él, aquel pequeño juego que le encantaba con la humana, ella lo enfrento viéndolo fijamente, — oye, por... — no logro terminar de hablar, ya que este la callo de un beso, al segundo que se posiciono sobre ella, abriendo sus piernas, para lograr tener el contacto deseado.

Alternativo. || V.B || ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora