¡A que no te atreves! - ( Itazumi- +18)

25💘

Lunes 19 de Enero
-Itachi-

Miro a mi alrededor y todos tienen sus ceños fruncidos.
Resoplo y vuelvo a la cama. Tomo la notebook de Izumi y busco videos divertidos de Animal planet. Empiezo a reír con un loro que roba comida de una alacena.

- ¡No es divertido!- me reclama Izumi.- Estas tomando medicamentos. ¿Cómo se te ocurre bajar por una cerveza?

-¡Tenía sed! No es para tanto. Ya estoy bien. - Sasuke contiene la risa.
Lo veo morderse el labio antes de soltar su mierda.

-Deberías hacer caso. Así tu recuperación es mas rápida.- achico mis ojos, fulminandolo con la mirada.

-¡No seas traidor!- suelto entre dientes- si no recuerdo mal, fuiste él que dijo que se moría por una cerveza bien helada.- su rostro palidece, mientras el mio se ilumina viendo a Izumi agarrar a mi hermano de la oreja y sacarlo del dormitorio. Sonrió satisfecho escuchando el discurso de mi novia en el pasillo.
Se siente bien cuando lo regaña asi. Casi parece una madre indignada con sus hijos.

-¿Qué hiciste ahora?- dice mi suegrito entrando con un sobre.

-Mmmh, creo que se molesto porque tenia sed- levanta una ceja confundido. Me encojo de hombros y el niega repetidas veces.

-Te traje un resumen de la cuenta donde tu padre.- carraspea y luego dice- lo siento, Fugaku, deposito dinero desde que eras pequeño.
Hay una suma muy importante, Itachi, mi princesa dice que no quieres tocar ese dinero. Pero dejame decirte que el orgullo no te llevara a la cima. Podrías ampliar tu taller. Incluso comprar una casa. Yo que tu me plantearia consideralo.

Suspiro...

Llevan varios días con esto. Empiezo a pensar que tal vez tengan razón. Aunque no quiero nada de ese tipo. Era su responsabilidad. Y ese dinero me corresponde.
Sería bueno poder comprar herramientas nuevas. Quizá tener mis propios empleados. Me gusta eso de ser jefe en un gran taller.
¡Mierda, me gusta de verdad!

-Lo sé, voy a darle buen uso- mascullo. Su sonrisa se ensancha.

Desde ese momento no pare de planear.
Lo primero era contactar con ese tipo de la inmobiliaria.
Quería refregarle en su cara de marica que iba a casarme con Izumi.

Envie un mensaje de texto a Obito para que buscara entre los contactos de Izumi a ese tal Bruno de la inmobiliaria.

Dos días después con el número en mano hice una puta videollamada.
Moría de ganas de que sepa donde estaba.
Nunca molestaba al personal de la mansión por nada, pero hoy había solicitado una de las batas con cuello de seda que usaba mi suegro. Y la pila extra de almohadas en la cama con dosel de Izumi era excesiva. Me sentía como un puto rey recostado con una caliente taza de café en mi mano.

-Señor Akatsuki, su asistente me dijo que se pondría en contacto conmigo- ¡Maldito Obito! Debo recordar hacerle un buen regalo. ¡Asistente! Una sonrisa tiro de la comisura de mis labios.

-Si, si. Mi asistente estaba en lo correcto- espete.- Vera, quiero que se ponga en contacto con los dueños de la casa que le marque en el mapa. Mi asistente le entrego todo, ¿verdad?

-Si Señor. Ya estoy localizando a los propietarios de esa vieja propiedad. Si me permite, hay muchas casas en el mercado- negue con la cabeza mientras sorbia mi café.

-Limitese a cumplir con mis pedidos. Quiero la propiedad y el terreno aledaño. Planeo levantar mi nuevo taller y contruir una casa para mi reina. Es una sorpresa de boda par mi Izumi- pude ver como el rostro de Brunito se contraía del disgusto. Ahogue una carcajada de victoria.