Nuestro Secreto (completa)

Capitulo 8

Voz de la narradora

-¿crees que sea éste el pozo que tanto que mamá nos habló?-
-pues no hemos visto ningún otro pozo en este lugar- como gran rapidez los mellizos llegaron al pozo.

-no parece la gran cosa- ambos niños le quitaban todo tipo de hierbas que lo cubría hasta dejarlo limpió, Misuki toca la vieja madera del pozo.
-hermano no puedo esperar para ver que hay adentro-

-hermano a la cuenta de tres nos asomamos al mismo tiempo-
-1-
-2-
-3- en cuanto pronunciaron el tres ambos niños se asomaron dentro del pozo que dándose callados.

-tuvieron suerte- Kagome posó su mano en la cabeza de Misuki revolviendo su cabello, llamando la atención de los niños.
-mami ¿porque solo se ve como si no tuviera fondo?-
Sango, Miroku y Shippo estaban muy sorprendidos porque no vieron de dónde salió kagome sobretodo el kitsune que no tuvo la suerte de haberla visto, Rin salió corriendo del bosque llegando con su familia.

-a si parece, pero al saltar dentro todo cambia- con gran nostalgia la miko del futuro tocaba el bordes de madera.
-¿crees que funcione? Siento magia en el- Kagome estiró los brazos para tomar a Kokoro cargada por su padre.
-mamá queremos conocer todo lo que nos has contado del mundo de dónde vienes-
-a pasado tanto- con gran nostalgia Kagome suspiraba, con una sonrisa miro a sus hijos que sonrieron a un más, miro a su marido que no tiene expresión alguna, miro a sus ojos viendo en ellos confianza y apoyo en ellos.

Con cuidado se sentó en
el borde del pozo en brazos su pequeña, metiéndose en el seguida por el resto de su familia.

Voz de Kagome

Siento la magia del pozo envolverme en todo mi cuerpo, es soy feliz toda mi familia está conmigo.
Al ya no sentir la magia, tocamos tierra miro el techo que tiene un foco entendido con cuidado subo por las escaleras que hace mucho la había puesto.
Al salir toda mi familia cubro con su manta ya que se empezó a irritar, por el olor de la contaminación en mi época.
-si que huele feo aquí- mis mellizos se tapaban la nariz y Sesshomaru solo arrugaba la nariz.

-Rin que suerte que seas humana- Rin solo se dedicaba a reírse de sus hermanos.
-siganmen- miro todo con nostalgia, casi todo sigue igual, llegó hasta la puerta trasera de mi vieja casa le entregó a Sesshomaru nuestra niña.

Con cuidado tomó el pomo de la puerta girando lo lentamente, abro la puerta, con pasos lentos nos adentramos a la casa.
Cruzamos un pasillo, podía escuchar la televisión de la sala, llegamos miro a un hombre acostado en el piso viendo entretenido viendo la televisión, por su físico supongo que era mi pequeño hermano Sota.

Mi madre de espalda a nosotros sentada en una mecedora supongo que tejiendo algo por los movimientos que hacen sus brazos.

Creó que me sintió mi presencia ya que dejo de hacer lo que estaba haciendo, observo que se para con temor, al dar la vuelta, se queda muda grandes lágrimas salen de sus ojos sin duda mamá cambio su pelo está más canoso.
-mamá ¿ocurre algo?- Sota al verme se queda mudo.

Con pasos lentos mamá llega a mí, nos abrazamos como nunca, por la oportunidad que se presentó de desaparecer no tuve oportunidad de despedirme como es correctamente de mi de mi familia.
-mi niña, mi pequeña estas bien-cada vez el abrazo se hacía más fuerte pero no me importaba, Sota también se nos unía en el abrazo no dude en abrazarlo.
-he regresado- después de un rato desahogándonos nos pudimos calmar.

-mamá, Sota les quiero presentar a mi familia- lentamente nos separamos me hice a un lado para que vieran a mi familia.
-Sesshomaru, tanto tiempo, Rin como has crecido ya eres toda una señorita- mamá y Sota ya conocían a Sesshomaru cuando la venia a tomarme en mi cuarto en sus espaldas y a Rin cuando venía a comprarle ropa en su talla.