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Años antes...

No era un secreto que las cabezas o autoridades de un clan abusaran y trataran como quisiesen a su servidumbre. Naobito Zen'in al enterarse de que ciertos rumores circundaban por allí, decidió no solo despedir a mitad de los criados sino también dejar a cargo de estos a Toji Zen'in.

Era lo menos que podía hacer un incompetente como él (así lo veían los Zen'in) encargarse de un par de criados no era la gran cosa. A pesar de que Naobito le tenía confianza con eso a Toji; no había que olvidar que este era un mujeriego y, aprovechando ese "poder" entre las criadas...Tal vez podía sacar algo de diversión.

Mizuki Hinode, en ese momento de 19 años. Era el tipo de presa que buscaba Toji Zen'in. Alguien manipulable, débil e inocente. Mizuki era de los pocos que quedaban del clan Hinode, pero le restaba importancia. Hace poco de había casado con Arata Isozaki. Él al igual que ella era muy conformista por lo cual no le importó trabajar de sirviente de un clan con tan solo tener algo que comer, o estar felizmente con su esposa. Era patético, pero al fin y al cabo se amaban. ¿Qué se le podía hacer?

Era un día normal, un día como todos. Las principales cabezas del clan se habían ido a un viaje de negocios, asuntos, conferencias y entre otros asuntos.

Toji Zen'in se quedó a cargo, y, lo iba a desaprovechar la oportunidad que se le presentaba.

Kuroi Misato junto con otras sirvientas fueron enviadas a limpiar las catacumbas de la casa Zen'in (Llenas de polvo, maldiciones del grado más bajo) no terminarían tan pronto considerando que nunca se ha limpiado ese lugar. Mizuki Hinode le correspondía limpiar las habitaciones de la casa principal. Entre esas estaban la habitación de la pequeña bebé de los Zen'in. Toda la casa estaba completamente vacía, como un pueblo fantasma.

Decidió empezar por la habitación más cercana, y esa era...

La habitación de Toji Zen'in

Dejó la escoba, mopa, algunos paños húmedos y un plumero en la entrada de la habitación. Estaba hecha un desastre, lo único era la cama que estaba arreglada y sin ninguna arruga. Le causó un poco de gracia ya que al menos el señor Zen'in Toji se preocupaba por tender la cama.

Sin darle más vueltas al asunto, tomó uno de los paños húmedos y empezó a desempolvar las mesas, libreros entre otras cosas. No es que estuviese la habitación en completo desastre, al contrario parecía que nada de lo que estaba allí se hubiese movido por un largo tiempo(Todo estaba demasiado empolvado)

Sólo se concentró en limpiar.

Aquella fiera con cicatríz en la comisura derecha de la boca rondaba cerca de la habitación en dónde estaba Mizuki, luego de ordenarle a Arata(el esposo de Mizuki) que se encargara de reparar un cableado por los campos alrededor de la casa... Sólo ellos dos.

Caminó hasta reclinarse con el borde de la puerta, con los brazos cruzados y una risita de medio lado. Mirando de arriba abajo a Mizuki de una manera sádica. El ruido del rechinante suelo hace que Mizuki se dé cuenta de que no estaba sola.

Espabiló y por un momento se asustó.

—¡Señor Zen'in! Me tomó por sorpresa, disculpe, estaba limpiando su habitación— puso su mano en su pecho, era muy asustadiza.

—Perdóneme a mí, no fue mi intención asustarla—dio unos pasos hacia Mizuki haciendo una reverencia.

—No se preocupe, después de todo soy muy asustadiza—explicó—Estaba tan concentrada en limpiar que no me di cuenta que usted estaba aquí.

Toji caminó hacia alguna de las mesas de su habitación "buscando" algo.

—Perdone mi atrevimiento, pero pensé que todos los del clan se habían ido. Inclusive, llegué a pensar que después que usted me ordenó lo que tenía que hacer, se iría a alcanzarlos—comentó mientras limpiaba, alzaba un adorno, lo desempolvaba y lo volvía a poner en su lugar.

Ame no Shita| Satoru GojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora