Capítulo 11: Obsesión.

590 45 41
                                    

-¡Venga! ¡Dímelo de una vez!- Gritaba Nicole mientras esperábamos a Louis en uno de los cubículos de baños mixtos.

-No me dijo nada, sólo –busqué una excusa coherente para el momento– que para la próxima clase... Corriera más rápido, sin pararme.- Observé la cara de mi amiga, la cuál dudaba por unos momentos.

-Está bien, voy a fingir que te creo, pero si me entero de la verdad ten por seguro que la próxima vez que me meta en líos te arrastraré conmigo.- Advirtió.

-Vale, lo tendré en cuenta.- Me encogí de hombros restándole importancia, pues ya ha sucedido eso varias veces y siempre acabamos saliendo ilesas de castigos extraescolares, no sé como demonios nos libramos siempre.

-O tal vez... –hizo una pausa– llame al profe de Educación Física para que se venga de copas en alguna fiesta con nosotras.- Dijo enarcando una ceja y sonriendo.

No pude evitar toser por la inesperada amenaza lanzada hacia mi persona. -Te odio.

-Me amas y lo sabes, Sky.- Dijo orgullosa.

Yo sólo reí negando, al tiempo que se escuchaba entrar a otra persona. Ambas quedamos en silencio dentro de nuestro cubículo.

-¿Hola?- Dijeron al otro lado.

-¿Es Louis?- Susurró Nicole en mi odio.

-Tiene pinta.- Susurré de vuelta.

-Chicas, si sois vosotras no salgáis ahora, que voy a mear.

Nicole y yo empezamos a reírnos en silencio. Pasaron como varios segundos antes de que mi amiga y yo comenzáramos a reírnos en voz alta. Salimos una vez se escuchó la cadena y lo primero que vimos fue Louis cerrando la cremallera de sus vaqueros. Por una mirada de soslayo hacia nada en concreto, creí haber reconocido la silueta de Harry pasar por el pasillo, seguro que era de él, pelo por los hombros, rizado, gabardina negra, piernas largas: definitivamente tenía que ser él.

-¡Hey! ¿Qué te tiene tan distraída, Sky?- Preguntó Louis, confuso.

-Eh... Nada, tranquilo.

Una mueca de alivio se formó en su cara, que rápidamente fue sustituida por una de confusión de nuevo, cuando mi amiga intervino.

-Di que no. La trae loquita el profe de Educación Física.- Comentó Nicole.

Yo en estos momentos sólo quería matarla, sabe de sobra que no quería hablar de él, además que hablar de chicos, con chicos, no es algo de lo que me agrade hablar encerrados en un baño... Mas no soy de hablar de mis sentimientos.

-¿¡El señor Matthew!? Por favor, si he tenido granos más guapos que él.- Dijo horrorizado.

-Ay no, es que tú no has visto al sustituto. Es joven, guapo, ojazos verdes, pelo rizado –pausó, como si lo estuviese visualizando en su cabeza– está bueno, a fin de cuentas, y de seguro que se lo han dicho tantas veces que juega con eso a su favor.

-Cállate.- Dije cerrando los ojos, imaginándomelo e imaginándome la noche anterior, el día que le conocí, esta mañana cuando me trajo aquí, todo.

Si mi amiga conociera más de su mente que de su físico no estaría tan encantada, le llegaría a dar miedo, como me lo da a mí en ciertos casos, A pesar de que yo creo haber visto su lado amable y no tan intimidante en mínimas ocasiones.

-Wow, Sky fijándose en un hombre, ¿cuando he muerto?- Rió en tono de burla y mi amiga lo siguió, uniéndose a su risa.

Luchaba porque mis mejillas no se enrojecieran, aunque creo que fracasé pues rieron más.

-Joder, sois una pareja de exagerados.

-Sabes que todo lo que estoy diciendo es cierto, además admitiste que el profe no estaba nada mal,y sumando lo del bes...

-¡No! ¡Calla!- La interrumpí. -Ya sabes que no quiero hablar del tema, por favor.

Asintió a mi súplica. Suspiré cansada, mi amiga se estaba partiendo el culo de risa con este tema, Louis no sabía cómo engancharse a la conversación, y yo sólo quería que me tragara la tierra.

Escuchamos un garraspeo de garganta, mis amigos, que estaban frente a mí, miraron sobre mis hombros y la boca de mi amiga se abrió en una perfecta o mientras que Louis lucía confundido.

-Deberían estar en clase, ¿no creen?- Dijo una voz masculina.

Dios, es él, está aquí, no quiero girarme, no puedo girarme. Segundos después, me obligo a girar sobre mis talones lentamente, preparándome para mirarlo e inventar una excusa. Pero mis ideas se van al traste cuando quien está parado en la puerta del baño es el director. Maldigo en silencio porque en parte quería que fuese él quién hubiera estado ahí.

-E-Esque Louis estaba mal... Y t-tuvimos que acompañarlo hasta aquí, porque estaba mareado.- Balbucea torpemente Nicole mientras que Louis asiente repetidas veces.

Una minúscula risa sin humor brota de sus labios. -Pues ya debe encontrarse bien, porque sus risas resuenan en todo el pasillo.

Ups, deberíamos haber cerrado la puerta, fuimos idiotas en ese aspecto. Y visto que nadie más dice nada, el director añade: -Váyanse a clase, y que no los vuelva a ver por aquí en hora de clases.

...

Matemáticas, odio las matemáticas, no las entiendo, la mayoría de esto no me servirá en un futuro, y no sé por donde empezar a intentar hacer los cálculos que la profesora nos ha puesto. A ella también la odio, ella y las matemáticas hacen la combinación más repugnante que conozca.

Si Harry me diera matemáticas no tendría ese problema.

O que te diera... A secas.

Negué con la cabeza. Estaba tan sumida en mis problemas que casi había pasado por alto que casi arruinen mi impecable expediente por estar en el baño en vez de en clase.

Mi amiga estaba sentada en la última fila, junto a Louis, él intentaba concentrarse, pero Nicole no levantaba la cabeza de su hombro, juraría que se quedaría dormida en cualquier momento. Yo por orden de la vieja profesora estaba en primera fila, sola. ¿Por qué no se jubila y cambian de profesor de matemáticas? ¿Por qué Harry no me daba matemáticas? Aunque pensándolo mejor, no.

Escuché murmuros fuera, en el pasillo, y desconecté de la clase para centrarme en escuchar lo de ahí afuera.

-Venga, quiero ir ahora.- Decía una voz femenina.

-Te he dicho que no, no tengo ganas ahora. Ahora tengo clases, que me han cambiado los horarios y estoy jodido por no poder estar con mis compañeros este año, así que...

Contestó un chico. ¿Quizás Harry? ¿y si entraba con excusa típica de un profesor como "¿Está Bones? ¿Puede salir de clase? Necesito hablar con ella." o algo parecido? Seguro me regañaria por lo mismo que hizo el director esta mañana. Después de la oración del chico no se oyó nada más, se hizo silencio.

Silencio.

Más y más silencio.

-¡Skyler!- Gritó la profesora.

-¿¡Así que qué, Harry!?- Grité, para cuando me di cuenta, ya había sucedido y la clase comenzó a reírse, entre ellos mis amigos, cuanto apoyo ¿no?

-¿Qué sucede con ese tal "Harry" que la tiene desconectada de mi clase, Srta Bones?- Preguntó la vieja a la vez que soltaba la tiza para ponerse frente a mí.

No, nada, sólo estoy obsesionada con mi casero-profesor.

-Yo...eh...- La puerta se abrió, dejándome ver a un chico rubio con ojos azules, vestía unos vaqueros desgastados y una camiseta negra.

-Siento no haber aparecido antes, me cambiaron de clase y no encontré manera de localizar esta.- Se disculpó.

-Está bien, tu debes de ser L... –le interrumpió el joven.

-Luke Hemmings, sí.- Sonrió mientras hacía girar el piercing de su labio inferior.

PsychopathWhere stories live. Discover now