¡Los gatos NO deben estar con los perros! (Given)

Planificando

Uenoyama no podía mirar a los ojos a Mafuyu luego de que se haya puesto a ronronear por las caricias de este. Sentía algo de vergüenza cuando estaba frente a Mafuyu, por eso lo llegó a ignorar un poco, pero tenía en claro que debía armarse de valor y encarar a ese pequeño pomerania pelirrojo que solo estaba confundido por su repentino escape.

Durante el resto de clases, Mafuyu estaba atento a Ritsuka, no paró de mirarlo a lo largo de las clases, se preguntaba porqué este se había ido de la nada y con tanta prisa. Luego de tanto pensar, Mafuyu llegó a la conclusión de que cometió un acto indebido e irrespetuoso hacia el gato al acariciarle la cola.

Realmente el acariciar la cola es algo muy poco visto, ya que es considerada una zona muy íntima. Mafuyu lo sabía, pero pensó que estaría bien dado que Ritsuka también le tocó la cola el otro día, por eso lo hizo con total confianza.

Pero bueno, había la oportunidad de solucionar esa incomodidad aún en el mismo día, pues Ritsuka y Mafuyu habían acordado más temprano encontrarse en el penúltimo descanso en su lugar especial. Mafuyu planeaba disculparse de Ritsuka por haberle faltado el respeto al gato, dado que él seguía considerando que por eso motivo lo había evitado. Mientras, Ritsuka quería disculparse por haber huido tan repentinamente y sin dar excusas.

Por fin se hizo la hora del penúltimo descanso, el timbre resonó en toda la escuela y rápidamente los estudiantes comenzaron y dispersarse por toda la escuela, la mayoría se concentró en el gimnasio con la intención de ponerse a jugar. Por otro lado, Ritsuka y el Mafuyu fueron cada uno por su lado y con mucha discreción hacia el lugar especial, fingiendo que ni siquiera sabían de la existencia del otro.

Cuando estuvieron en su lugar especial y se aseguraron de que nadie los había seguido, fueron a sentarse en dónde acostumbran. Se miraron fijamente sin saber cómo iniciar la conversación.

Normalmente las pláticas fluyen con naturaleza e inician por cualquier tipo de cosas, pero ahora ambos buscaban una forma de sacar el tema sobre la huida anterior de Ritsuka sin incomodar al contrario.

—Lo siento.—Fue Mafuyu quien decidió por fin cortar el silencio. Prefirió dejar de lado la pena y el orgullo para evitar perder a su único amigo—. Te incomodé con las caricias, ¿no?. —Mafuyu estaba nervioso por la reacción del gato, esperaba que fuera buena. Ritsuka, por su parte, miraba atentamente al pomerania, quería oír lo que diría y ya decidiría como sacar el tema de su ronroneo— Yo... no he tratado con muchos animales y mucho menos con gatos, por lo que no sé qué está bien hacer entre amigos o lo que sea... y... me disculpo si te hice sentir incómodo...

Mafuyu tenía la mirada fijada en el suelo, no escondió su cola entre sus piernas solo porque estaba sentado, en verdad se sentía tonto por no saber nada acerca de los gatos, salvo por lo que Ritsuka le ha contado. En la escuela para perros, la palabra "Gato" no existía ni en el diccionario, por lo que nunca le había dado importancia a esa especie.

Ritsuka comenzó a sentirse bastante culpable por haber hecho que Mafuyu pensara que era el que estaba mal. Sin embargo, igual permaneció en silencio, pues no podía decirle con tanta tranquilidad "Me gustó mucho cuando me acariciaste que empecé a ronronear y por eso escapé" al perro, simplemente no, ni el orgullo ni la vergüenza se lo permitirían.

—Oye...—habló nuevamente Mafuyu buscando cambiar de tema e intentar hacer como si nada, Ritsuka lo miró atento— aún no planificamos lo de las clases de guitarra.

El más alto supo leer la situación entre líneas, así que simplemente accedió a cambiar el tema y dejar eso en el pasado.

—Estoy totalmente libre esta semana—respondió Ritsuka encogiéndose de hombros, era la verdad, pues no recuerda haber planeado algo con Hiiragi o algún otro conocido. Y, en dado caso de que así fuera, lo cancelaría. Mafuyu tiene cierta prioridad—. Podemos reunirnos cuando quieras. Pero en mi casa no. Si mi hermana te ve o descubre sobre que mantengo un vínculo cercano con un perro, podría armar un escándalo.