Sex 12

1.8K 211 42
                                    

Joaquín  

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Joaquín  

—Mamá...Hola—salude agachando la cabeza cuando la veo detrás de aquella puerta que no veía hace años. Aquella mujer pálida y con ojeras rodear lo que era su hermoso rostro.

—¡Joaquín! Tanto tiempo hijo, ya te habías olvidado de tu hermosa madre, que decepción, no te crié así—dice indignada para abrir por completo la puerta y dejarme pasar. 

La casa estaba desordenada y sucia. El polvo se podía ver en las esquinas de las fotografías rotas, de la televisión. Hasta podría jurar que vi telarañas en el rincón de la puerta cuando la cerré. 

—Que te trae aquí traidor—sus palabras son como dagas en mi pecho y avanzo un poco más para parar de golpe y mirar fijo unos zapatos Gucci negros relucientes. Unos tirados de un lado a otro. 

—Estás...— 

—Estoy con un cliente ahora, pero está dormido, así que tienes que irte antes que despierte—avanza hacia la cocina y trago un nudo. 

Jung Bondoni. Aquella mujer que era la más necesitada en el arriendo de mujeres. Aquella mujer que trabaja en aquello desde que tengo memoria. Una experta en el oficio. Una gran y maldita prostituta.

—¿Todavía andas de maricón con el otro?—su voz resuena por la cocina de mármol cuando entro, e ignoro su pregunta para analizar mejor la cocina.  Igual que el comedor, sucio, inhabitable.  —¿O todavía andas de zorra por los bares?—Su risa sarcástica me hace reaccionar y la veo tomarse de un sorbo el ron que se había servido. 

—Eres la menos indicada para hablarme así—le digo de una y ella sonríe. 

—Yo no los busco mi amor, ellos lo hacen—aprieto los dientes y ella sigue hablando—no te puedes dejar engañar Joaquín, los hombres son máquinas, no tienen sentimientos, cuando él deje de mentir te dejara y volverás al mismo hoyo en el cual estoy yo, pero esta vez lo disfrutarás, ¿no te gusto la primera acaso? ¿Buscando amor ya que no lo tienes por ti mismo?

—Cállate— 

—¿Eh? ¿Acaso lo olvidaste? ¿Quieres que te lo recuerde maldita zorra?— 

—Cállate joder— 

—¿Él me conoce Joaquin? ¿Les has hablado de su linda y sensual suegra? ¿Cuando vendrá a casa a cenar como el perfecto novio?—dice con burla y aprieto los diente con fuerza. 

—Nunca conocerá a una persona tan asquerosa y necesitada como lo eres tú—Escupo las palabras sin arrepentimiento alguna y sonrío cuando la veo enfurecer. No dura mucho cuando ella reacciona de inmediato. 

Agarra el vaso que está entre sus manos y me lo tira sin pudor. Lo esquivo a tiempo antes que chocara con algo de mi cuerpo. 

—¡Maldita puta! ¡Estás demente!—le grito totalmente asustado y enojado cuando ella con rapidez se acerca a mi y toma mi brazo con fuerza. 

Con rapidez y fuerza me lleva hacia la entrada y antes de echarme de mi antigua casa me da la vuelta para que la encare. 

—Cuando él sepa como era tu antigua vida, cuando él me conozca Joaquín, te dejará, todos esos lindos años de relación se irán al maldito infierno, porque se dará cuenta que nosotros dos no somos diferentes—la miro asustado y ella sonríe—eres y serás una maldita zorra, no quiero volver a verte, ¿escuchaste? ¡No quiero volver a saber de ti nunca más!—me empuja hasta caer el duro asfalto y cierra la puerta de un gran portazo. 

Me quedo unos minutos paralizado y miro hacia todos lados para ver si alguien escucho o vio algo. 

Nada. 

Totalmente nada.

2/5

CoquetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora