Pasaron unos días donde Min Yoongi debía visitar al pequeño felino a la tienda para que se acostumbrara a su aroma, darle su tiempo para ganarse su confianza y esperar que aquel pequeño se acercará más.
Él encargado le había recomendado otras mascotas ya que mostraba signos de agresividad, pero mostro un fuerte interés por él pequeño gatito que terminó por rendirse y pedirle que le visitara uno días hasta que los papeles estuvieran listos. Así fue como él pequeño felino fue siendo más dócil con su nuevo dueño y en él día en que llegó al departamento donde sería su nuevo hogar sintió muchas ganas de correr por todo él lugar.
- Nono, espera mis sofás no son para que entierres tus garritas y tendremos que hablar de lo que no debes hacer.
Le toma con cuidado para poder sentarse con él y mirarlo a los ojos donde lo hace sentirse intimidado.
- Hay reglas en está casa gatito bonito y lo primero es que todo lo que vez aquí nada es para romper, ni menos para arañar en más ni siquiera debes marcarlo como tú territorio. Tendrás tú espacio donde hay una camita, platitos con tus comidas y mucha agüita, hasta un castillo compre para ti por que te llamaré MR.Min.
Él felino miro a su dueño entendiendo todo, lo que Min Yoongi no sabía es que su lindo gatito es un híbrido que en su pasado sufrió de maltrato animal y de casi haber muerto llegó aquella tienda para buscarle un dueño, pero jamás iba permitir que le tocarán un pelo suyo. Siempre arisco a la gente que se interesaban en él, hacía de todo para quedarse en él lugar y si debía estar encerrado no le importaba.
Pero cuando vio aquel jovencito algo paso en él, que sin darse cuenta empezaba a dejar que se acercará a él.
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