𝘗𝘢𝘳𝘵 𝘛𝘸𝘰: episode V

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Primer día de clases, un día aburrido donde en una clase hemos comenzado temario y en las otras dos no hemos hecho nada. Entrar a las nueve para salir a las doce. Tres horas de puro aburrimiento para nada.

— Noona— Jungkook se puso a mi lado y caminó conmigo a la salida — ¿Ya has acabado?— asentí.

— Si, me voy a casa a dormir, seguramente— le oí reír — ¿De qué te ríes?

— Siempre estás durmiendo, Noona— le miré mal.

— ¿Algún problema con eso?— él negó — Además no siempre estoy durmiendo.

— Claro— dijo— También dibujas y piensas en mí.

Egocéntrico.

— Vaya, casi aciertas— le di una palmada en el hombro — Pero nunca pienso en ti — me reí y él me empujó a un lado.

— Noona— se quejó.

— ¿Tú ya has acabado Junggukie?— negó.

— Tengo una tutoría para ver a qué talleres me uno, por fin puedo ir al taller de arte, pero creo que no son los mismos turnos que tu— hizo un puchero.

— Es una pena— dije — Se han apuntado varios alumnos de último año, no era un taller muy concurrido — asintió dándome la razón.

— Estoy seguro de que se apuntan porque tú estás allí — sonrió.

— Nah.

Entonces llegamos a la puerta de salida del edificio y Jungkook y yo nos paramos para poder despedirnos.

— Nos vemos mañana— me dijo.

— Nos vemos mañana— me despedí con la mano y salí del edificio.

Caminé por el campus sin prisa, tenía todo el día, podría pasar a comprar helado para llevarlo a casa, seguro que Yuri y JiEun me lo agradecen. También puedo poner música en mi nuevo altavoz y limpiar la casa porque le hace falta.

Salí del campus y cuando estaba dispuesta a irme a casa, una voz me paró.

— Hola chica que no sabe de música.

YoonGi. Me giré y le vi. ¿Por qué siempre me sorprende de esa manera?

Estaba vestido con unos pantalones negros y una camiseta de manga corta bastante larga de color blanco, y en su cabeza descansaba un gorro negro de pescador.

— Hola chico grosero— sonreí, pero él tenía el ceño fruncido.

— Que sepas que llevo una hora esperándote, ahora quiero una comida, no un café y un pedazo de tarta— se quejó molesto.

— ¿Entonces quién te manda a esperarme por una hora? 

— Pues pensaba que vendrías una hora, ¡yo que sé!— me acerqué a él y me reí de su cara de gatito enfurruñado.

— Ya, no frunzas el ceño, te saldrán arrugas— traté de calmarlo, él me miró mal.

— También te salen arrugas por sonreír, pero no te lo voy a decir directamente porque me gusta tu sonrisa— se dio la vuelta sin mirarme y comenzó a andar lentamente. Yo me quedé ahí parada.

¿Qué hago ahora?¿Me largo a mi casa?¿Le sigo?¿Me desintegro?¿Qué hago?

Entonces al ver que no le seguía, YoonGi se dio la vuelta y me miró.

-— ¿Vienes o no?— dijo serio, asentí y me acerqué a él con paso rápido.

— Voy contigo.

— Entonces vayamos a dar un paseo— asentí — y luego me invitas a comer.

𝘣𝘰𝘺 𝘵𝘰𝘺 - 𝐁𝐓𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora