Capitulo 5

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Me remuevo en la cama y suelto un gemido de dolor con la leve punzada que se instala en mi entrepierna, los recuerdos de anoche se mantienen fresco aún en mi memoria.

Mis muñecas están enrojecidas por el tiempo que estuve atada a las cuerdas, Luciano no fue nada gentil pero yo tampoco puse de mi parte. Su forma de dominarme me encantaba pero debo parar esto.

Abro mis ojos encontrándome completamente sola en la cama, me levanto y me encamino a la ducha. El shampoo huele magnífico y mi cuero cabelludo lo agradece.

Al salir de la ducha una pijama completamente doblada se encuentra sobre la cama. Me pongo el pantalón y un camisón, al parecer Luciano no se encuentra en la mansión y eso me da tiempo para poder prepararme para cuando mis hombres lleguen.

Me trepo en la cama y me mantengo viendo a la nada ¿Cómo Luciano dio conmigo? ¿Desde el principio este fue su plan? El sueño me vence y quedó dormida inmediatamente.

*****

Una ola de disparo me hacen levantar sobresaltada de la cama, los escoltas de mi padre inrumpen en mi cuarto y me toman de la mano sacándome de la habitación.


-¡Dónde está mi madre?!-Los escoltas ignoran mi pregunta y me arrastran por la escalera.

La planta baja está llena de sangre y los soldados yacen muertos en el suelo.

Me dentengo bruscamente cuando uno de los tipos con armas sujeta a mi madre del cabello y le descarga su arma contra su pecho.

Un grito desgarrador que es silenciado por la mano de Evans quien me carga sobre sus hombros y me saca del lugar arrastra.

Se sube conmigo en la camioneta y está se pone en marcha dejando a mi madre muerta atrás. Escondo mi cara en el pecho de Evans y me permito llorar abiertamente.


-¡Alessadra!-Abro mis ojos sobresaltada por la fuerte sacudida que recibo.

-Evans..-Su nombre sale como un suspiro de alivio.

-Tenemos que irnos de aquí.-Me ayuda a levantarme y me pasa una de las armas antes de tomarme de la mano y sacarme de la habitación.

-¿Dónde está Luciano?-Cuestino al pie de la escalera.

-Me importa una mierda ese hijo de puta.

-Necesito encontrarlo.-Me detengo.

-¡¿Para que Alessandra?!-Grita.

-¡Quiero dejarle un regalo antes de irme!

-¡Tú!-Señala a uno de los escoltas.-¿Dónde está Luciano?

El escolta señala el largo pasillo y empuñó mi arma antes de seguir a Evans.

El muy hijo de puta derriba a dos escoltas que intentan llegar a él dejándolo muerto al instante. Dos escoltas lo sujetan por detrás y lo hacen caer de rodillas al piso quitándole el arma y dejándolo indefenso.

-Te explicaré algo Luciano.-Me arrodillo quedando cara a cara con él.-Cuando secuestres a alguien encárgate de revisarlas, puede que te encuentres con algo sorprendente.

-¿Cómo te encontraron?-Cuestiona sorprendido.

-Verás.-Chasqueo la lengua.-En mi brazo.-Tocó el área.-Tengo un pequeño rastreador para evitar casos como este.

-Eres una hija de puta.-Escupe rabioso.

-No eres quien para mencionar el nombre de mi santa madre.-Tomó su quijada y la sujeto con fuerza.


-Ya me marcaste.-Sonríe.-Ahora yo te otorgaré la mía.-Evans me pasa una de mis navajas y sonrío al sentirla en mi mano.

Rasgó su camiseta y me relamo los labios al ver sus bíceps, con el filo de la navaja marco la inicial de mi nombre dejando correr un hilo de sangre de la herida.

-Perfecto.-Me levantó y doy dos pasos atrás para después observar la obra de arte que cree.

Mis escoltas le propinan un golpe en la nuca que lo deja inconsciente al instante.

-Gracias por la maravillosa noche.-Me arrodillo y dejo un beso en su mejilla antes de levantarme y salir del lugar.


Cuando salimos de la casa una camioneta nos espera, todos los hombres de Luciano se encuentran sin vida en el suelo no siento pena ni culpa, esos idiotas se lo merecían.


Luciano.


Toco una vez más la marca que hace unas horas Alessandra me hizo, de cierta forma sonrió. Me ha marcado y sé que suena un poco loco pero esto solo hace que mi deseo de tenerla a mi lado crezca cada vez más.

Los recuerdos de aquellas noches se mantienen aún fresco en mi memoria, su cuerpo junto al mío y nuestros fluidos mezclados me hacen fantasear con volverla a tener debajo de mi.

Pasó la mano una vez más por la caja que se encuentra encima del escritorio y sonrió sellándola antes de mandarla con su destinatario.

-Envía esto a esta dirección.-Le entrego la pequeña caja a unos de mis escolta mientras no dejó de sonreír.


Alessandra.


Al volver a casa todo está hecho un lío, mis proveedores amenanzan con arrancarme la cabeza si no le entrego lo prometido y eso me estresa aún más.

El estrés aumenta mi niveles de adrenalina la cual tengo que bajarla de algún modo. Me cambio de ropa y decidió que el boxeo es la mejor solución para quemar todo esto que llevo dentro.

Media hora después estoy hecha un asco y mi respiración está agitada, me seco el sudor con una toalla

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Media hora después estoy hecha un asco y mi respiración está agitada, me seco el sudor con una toalla. Me deshago de la ropa sudada para después adentrarme a la ducha.

Mi mente viaja al momento que tuve con Luciano y no hablo precisamente de donde lo marqué, lo visualizo encima de mi mientras me besa desenfrenadamente. Dejo que el agua recorra todo mi cuerpo calmando el calor de este pero eso no sirve de nada.

Tendré que recurrir a otros métodos.

Masajeo mis pechos apretándolo en breves ocasiones dándole la atención que necesitan, me escucho jadear por breves segundos antes de tomar la toalla y salir de la ducha.


Rebusco en unos de mis cajones y sonrío cuando encuentro lo que necesito. Me recuesto en la cama y enciendo mi juguete para darme la atención que estoy deseando.


No necesito de ningún hombre para poder satisfacerme. Poco a poco fui conociendo mi cuerpo y el mundo de la masturbación femenina, al principio sentía vergüenza y a la misma vez curiosidad. Con el paso de los años me fui adaptando a consentirme a mi misma y desde ese entonces soy otra.

Aumentó las vibraciones y varios segundos después me desplomó al sentir los espasmos de un maravilloso clímax. Limpio mi juguete y lo vuelvo a dejar en el cajón para así poder vestirme y hacerle frente a toda la mierda que ha sucedido en los días que estuve ausente.

-¿Cómo están las cosas con los colombianos Evans?-Me posicionó a su lado y observó a los escoltas entrenar.

-Jodidas.-Suspiró.-Maximiliano quiere la mercancía cuanto antes.-Continúa y lo escucho atentamente.

-Pero se le dio un adelanto para recompensar el retraso.-Digo mientras observo a un escolta trepar un muro.

-Lo sé, pero tenemos seis días para entregar lo que falta o dejará de hacer tratos con nosotros.

Maldigo internamente a Luciano y a su estúpida obsesión conmigo.

-Habla con los productores y dile que aumenten la calidad de productos.-Ordenó.-Debemos entregar ese pedido cuanto antes.-Este asiente mientras continuó observando a los escoltas.

-¿Qué pasó cuando estuviste con él?-Su pregunta me desenfoca.

-No sucedió nada.-Respondo secamente.

-Dijiste que él te marco.-Me observa.-Pero no veo ninguna herida en tu cuerpo.-Me repasa con la mirada.

-No todas las heridas son física Evans.-Desvío la mirada.-Habla con los productores e informales lo acordado.


Tomó su silencio como huida y una vez más vuelvo a la casa.

La noche cae y ceno en mi recámara evitando cualquier otra pregunta que Evans tenga sobre lo que paso mientras estuve con Luciano. Enciendo la TV pero mi mente está en otro lugar.


Me sobresalto cuando tocan la puerta y con un simple "Adelante" un escolta se adentra a la recamara dejando un paquete en mi cama.

-Mandaron esto para usted señora.-La deja a un lado de la cama.-El señor Evans la reviso y se aseguró de que no fuera nada peligroso.


-Puedes retirarte.-Asiente cumpliendo la orden dada.

Rasgó el envoltorio y un suelto un jadeo cuando noto lo qué hay dentro de ella.


"Pensé en quedármela pero tengo la certeza de que las volveré a ver
Y las volveré a deslizar fuera de tu cuerpo."

Tomó las bragas y la empuñó en mi mano llena de ira, destruyó la carta y me juró mentalmente tomar venganza.

Nota de la autora:
¡Feliz día de las madres atrasado 😂❤️! Gracias a esas valientes mujeres hoy estamos aquí 😍.

Quise dejarle de regalo este capítulo :) .

Espero que lo disfruten y arriba les dejo una foto de nuestro amado Luciano.

Deseos peligrosos (+18) Where stories live. Discover now