Capítulo 12

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Capítulo 12

Macarena vio el cuerpo de Eugenio retroceder... Se le había adelantado y a menos que un milagro hubiera sucedido, el herido era él...

Ma: ¿Eugenio...? (Cuando tuvo su espalda frente a ella)

Eu: llama una... Ambulancia...

Él fue perdiendo el equilibrio y con la ayuda de ella se fue sentando.

Ru: ¡Dios mío bendito!! ¿Qué pasó??

Ma: ¡por favor Rufi! ¡Háblale a una ambulancia!!

Mientras que horrorizada, ella intentaba detener el flujo de sangre del abdomen de su marido.

Entre 10 y 15 minutos tardaron los paramédicos en llegar.

Ver al hombre que amaba debatiéndose entre la vida y la muerte. No lo podía perder a él también...

>>>

En el hospital principal se encargaron de llevarlo a la sala de emergencias.

Mientras, en la sala de espera, Macarena intentaba no llorar más, era consolada por Rufi, hasta que Gabriel y Paloma llegaron.

Ga: ¿cómo está mi papá??

Pa: ¿qué fue lo que pasó??

Ru: la señorita Carlota le disparó...

Ma: quería matarme a mí... Pero Eugenio se interpuso...

Pa: ¡mi tía está loca!

Ga: si a mi padre le pasa algo... Yo...

Ru: no diga eso, joven...

Ma: perdóname Gabriel... Todo es culpa mía...

Ga: no hables así... No tienes la culpa de la maldad de tu hermana... (Acercándose a abrazarla)

*********************

¿Familiares de Eugenio Lizardi?

Ga: nosotros. Es mi papá.

Ma: ¿cómo está mi marido, doctor??

Dr.: hay buenas y malas noticias...

Pa: hable por favor.

Dr.: afortunadamente la bala entró y salió por el costado izquierdo...

Ma: bendito sea Dios...

Ga: ¿cuáles son las malas noticias?

Dr.: tenemos que hacerle estudios para descartar daños en alguno de sus órganos...

Pa: pero está bien, ¿verdad??

Dr.: perdió mucha sangre y está débil debido a eso...

Ma: ¿podemos verlo??

Dr.: solo un momento... Debe descansar...

>>

Eugenio lucía pálido, siempre tan fuerte y activo... Ahora estaba postrado en una cama de hospital... Apenas sintió un roce en la mano izquierda, abrió los ojos débilmente...

Macarena y Gabriel, los que habían entrado.

Ga: papi... Vas a ponerte bien... Ya lo verás...

Dentro del dolor, él les sonrió.

Eu: sí mijo...

Ma: mi amor, no hables... (Le tomó una mano, pero con ganas de abrazarlo fuertemente) Dice el doctor que debes dormir...

CRUZADOSWhere stories live. Discover now