CRUZADOS

Capítulo FINAL

Capítulo FINAL

Naturalmente todos se habían quedado en shock. Habían comprobado que el arma estaba cargada y que esa mujer no tenía ningún reparo en disparar.

Se fue acercando rápidamente hasta el estrado, era increíble que nadie la detuviera.

Ma: ¡Carlota?! ¡Baja esa arma!

Ca: ¿pensaron que iba a dejar que fueran felices??

Eu: ¡Carlota, por favor!

Ma: ¡mi hija no tiene la culpa de nada!

Una voz salida de entre los asientos, atrajo la atención de la mujer armada.

Ca: ¿Cristóbal?? ¿Eres tú...?

Cris: baja esa arma... Ven... Hablemos...

Al ser distraída por Cristóbal sucedieron 2 cosas, Eugenio pudo hablarle a la policía y Gabriel subir hacia donde estaba Paloma.

Macarena hecha un manojo de nervios era sujetada por Rufi para que no subiera.

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CASA LIZARDI

Paloma aún continuaba nerviosa y era normal, su madre la consolaba.

Por increíble que pareciera, Macarena estaba siendo la mujer fuerte que le daba tranquilidad a su hija.

Ma: ya todo pasó, mi amor...

Pa: ¿y si vuelve...?

Ga: está presa, Paloma... Y todos vamos a protegerte...

Ma: Gabriel tiene razón... Cálmate...

Ga: Además, tu fiesta es esta noche... Deberías estar alistándote...

Cristóbal entró luego de escuchar lo que los agentes le decían a Eugenio, que se quedó hablando de los detalles de la condena para Carlota...

Pa: papá... ¿sabías que mi tía Carlota estuvo toda la vida enamorada de ti...?

Cris: sí... (Agachando la mirada) Como la rechacé, ella nos separó a tu madre y a mí... El plan le salió de maravilla...

Ma: Cristóbal, por favor...

Eu: Gracias por todo, señores agentes...

Ag1: a usted por su colaboración, licenciado Lizardi...

Eu: si hay alguna otra novedad, no duden en llamarme...

Ag2: así lo haremos...

Ma: ¿qué pasó, mi amor...? (Yendo con su marido, ya que Cristóbal se sentó junto a Paloma)

Eu: vamos a juntar los otros delitos... Le darán muchos años de cárcel...

Pa: creí que me mataría...

Eu: Antes habría tenido que pasar por todos nosotros... Pero Cristóbal fue quien te salvó...

Macarena sonrió mientras tomaba una mano de Eugenio, no se cansaba de repetir lo noble y buen hombre que era.

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Recostados en la cama, ya muy entrada la madrugada, habían vuelto de la fiesta de graduación de Paloma, y ni Eugenio ni Macarena lograban conciliar el sueño.

Eu: ¿qué pasa...?

Ma: no puedo dormir...

Eu: vamos a intentarlo mi amor... Ya tuvimos un día demasiado complicado...