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A Jaemin le gusta Renjun, el hecho no es una novedad para la población estudiantil.

Jisung se ha esforzado tanto en juntarlos durante años pasados por un tonto proyecto de comunicación que consistía para emparejar a sus amistades con otras amistades por medio de aplicaciones y encuestas tontas en las que se preguntaban cosas demasiado básicas y generales.
Desde el instante en que Renjun y Jaemin dieron match en su aplicación supo que tenía que juntarlos. No sabía cómo lo haría, pero los juntaría.

Intentó desde reuniones pequeñas en su casa -que terminaban en fiestas gigantescas con la música hasta el tope haciendo que Na huyera de la casa de Park-, hasta sabotear el horario de inglés de Jaemin para juntarlo con el de Renjun. Aquello no pareció funcionar.
A Jaemin siempre le llamó la atención ese pequeño chino que a diario tomaba asiento frente a la clase, tomando notas y liderando por su buen nivel de inglés, pero Renjun pareció nunca haber notado al llamativo chico con cabello deslumbrante.

¡Oh! Pero a Renjun le queda pequeño su uniforme de deportes y es cuando su historia de amor nace. Tantos esfuerzos y sabotajes como para que una prenda pequeñita los haga hablar.
En ese caso, Jisung habría cortado la parte trasera de los pantalones azules de Renjun.

Es estúpido. Jeno le ha hecho saber que sus esfuerzos son válidos, y lo que cuenta al final es que ellos se están conociendo para terminar juntos.

— Me esforcé tanto como para que el estúpido de Sunwoo se lleve el crédito por no encontrar tallas adecuadas para Renjun— reniega el menor pateando un oso de felpa gris que Jeno le ha obsequiado por su primer aniversario esa misma tarde.

La ceja de Lee se levanta de manera inquisitiva haciendo recapacitar al menor, quién levanta el oso de felpa y lo coloca sobre el sofá de su sala de juegos.

— No vuelvo a darte obsequios.

— Jen…

(…)

Es jueves por la tarde y Jaemin se siente nervioso.

Ha perdido la cuenta de las veces que se ha visto al espejo intentando arreglar su maraña de cabellos rebeldes que ese día han estado más locos de lo normal.

¡Genial! Tenía un mal día para su cabello justo cuando tenía una cita con su crush.

Suspira abatido a la par que pasa ambas manos llenas de anillos por su cabello, y para su grata sorpresa, no luce mal.
De hecho, luce genial a juego con su atuendo que consiste en una camisa de seda con mangas largas en color blanco, pantalones negros y  botines negros con punta puntiaguda. Agradece que su madre tenga un increíble gusto en moda y le haya ayudado a elegir un atuendo para salir con el chiquillo que tantos suspiros le ha robado a Jaemin.

La señora Na entra a la habitación de su hijo haciendo ruido, justo como Jaemin lo haría.

— Luces muy guapo, ¿quién es el afortunado que hace que te bañes?— las uñas rojas de la señora Na pasan por las magnolias que ella misma ha comprado en su florería favorita a petición de su único hijo.

Jaemin deja salir una suave risita por la pregunta de su progenitora.— Huang Renjun, ¿recuerdas al chico que hizo una presentación de ballet para el día de la madre?

— ¡¿Cómo olvidarlo?! Estabas babeando al verlo— burla la fémina abriendo sus ojos con demasía al ver la hora en su reloj—. Nana, no es por asustarte, pero faltan veinte minutos para las siete.

El pelirosa salta en su lugar y se echa colonia en puntos clave de manera veloz, terminando por dejar un beso en la mejilla de su madre y salir casi corriendo de su habitación mientras se despide gritando.

— ¡Nana! ¡Tus magnolias!— el chico vuelve a su habitación y toma el ramo de flores, dejando otro beso en la mejilla izquierda de su progenitora.

Jaemin está muy enamorado, y eso le causa una mezcla de ternura y risa a la señora Na.

sexy ; renmin ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora