CAPITULO 18

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_ ¿Qué sabemos de las cuentas de Ollerson? Preguntó Héctor a su analista.

_Ese tío estaba forrado.

_ ¿Quien es su heredera, su esposa?

_No, es su hija. Tiene una hija, se llama Claire ella es la heredera universal.

¡Ella lo había heredado todo! Esto se ponía cada vez mejor.

_Se pondrá en el punto de mira de mucha gente. Lo pasará mal.

Los negocios que tenía el padre no son para que los lleve una mujer, se la comerán viva.

_No si yo puedo evitarlo, se dijo Héctor para sí mismo.

Sabía que seguía en San Diego, el GPS que llevaba su móvil así lo decía, ya se había encargado de que se lo dijera su informático.

La esperaba, no quería llamarla, quería que ella lo hiciera y le dijera el porqué se había ausentado, quería saber si ella a estas alturas ya sabía algo en lo referente a las escrituras de SU nueva propiedad.

A la mañana siguiente volvió a la oficina de Claire, cuando Anny le vio le empezaron a temblar las piernas, no sabía como lo hacía pero aquel hombre la ponía sumamente nerviosa.

_Buenos días Anny. Estas flores son para ti por tu esfuerzo, se que soy un hombre difícil.

La cara de Anny formuló una sonrisa, la primera que le dedicaba.

_Muchas gracias señor. Es todo un detalle de su parte.

¿Algún problema? Que yo sepa las obras siguen su curso, me tienen informada a diario.

_No, no tranquila. Pero gracias por informarme de eso.

Ya ha pasado más de una semana y la señorita Ollerson no da señales de su vuelta. No he querido llamarla por las circunstancias en las que se encuentra, así que me he tomado la libertad de venir a preguntar si sabe algo de ella.

_Sigue en San Diego, pero me ha dicho que tiene previsto viajar a otro sitio en esta semana, que es muy importante y que su futuro depende de ello.

_ ¿No le ha dicho donde?

_No señor. Palabrita del niño Jesús, dijo Anny haciendo la señal de la cruz.

_Te creo. Respondió Héctor sonriéndola.  Si sabes algo quiero que me llames a este número, da igual la hora y el día, tenme informado.

_Así lo haré señor. Se levantó y le abrió la puerta con una sonrisa.

Y muchas gracias.

Inmediatamente llamó a Claire y la dijo quien había estado en la oficina. Claire la dijo que le atendiera lo mejor posible y que a finales de semana regresaría a Nueva York.

Ese mismo fin de semana había una fiesta en el Waldorf Astoria, eran las bodas de oro de uno de los magnates de la joyería internacional y ella estaba invitada, al igual que Héctor. Le había llegado la invitación esa misma mañana.

Esa semana iba a ser muy fructífera para Claire. Iba a despejar muchas incógnitas con respecto a los Mackenna, tenía previsto viajar con su madre al día siguiente a Kansas, a Wichita a conocerlos. Iba a dar un gran paso y esperaba mucho de ellos.

Ya que había descubierto quien era Héctor quería saber más de él.

 

SEDUCIENDO A MI ENEMIGO #02Where stories live. Discover now