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Viernes.

21 de Diciembre.

MIA STEIN

Heist tenía un cuerpo envuelto en bolsas negras sobre su hombro. El caminó y arrojó lo que sea que tenía ahí sobre el colchón de Hayden. Se arrodilló frente a la bolsa de espaldas a donde estaba escondida Leigh. 

Leigh salió debajo de las escaleras y se fue corriendo escaleras arriba.

Heist se volteo y me dio una mirada rápida.

- ¡Ey!- el grito de Heist resonó en todo el sótano - ¡Ey!

Escuche ruidos. Tampoco me moví.

- ¡Shhhh!- escuché de pronto.

Saqué un poco la cabeza.

- El rojo te queda bien, Leigh- dijo Heist.

- ¿Vas a hacerme daño?- le dijo con miedo aun que ella trataba de fingir que no lo tenía.

No pude escuchar nada más y sostenía a Hayden en mis brazos. Me cansaba con cada minuto que pasaba.

Heist apareció frente a mi.

- Sal de aquí- demandó.

Le entregue a Hayden y no me moví.

- Sal de la casa y escóndete- dijo.

-¿Por qué?, ¿Por qué debería hacer lo que dices?- cuestioné.

El me dio una mirada fría.

- Estoy seguro de que Leigh, no se ira a dormir tranquila y por eso te tienes que ir- me dijo alzando la voz.

- Cuida a tu chica, Hermanito.- dije mirándolo con una sonrisa en mis labios mientras me dirigía a la puerta para irme.

Cogí un libro, agua, mis audífonos y mi teléfono. Puse todo en una mochila, me puse un abrigo azul marino y salí de la casa.

Me escondí en unos arbustos frente a la casa. Unos minutos después, luces rojas y azules aparecieron en mi panorama.

Policías entraron a casa y unos segundos más tarde, salió Heist esposado.

Pero, ¿Dónde había dejado a Hayden?.

Cogí mi mochila y me adentré a la casa, por el patio trasero. 

Ella estaba al lado de la casa, sentada y sedada al lado de un arbusto.

Mierda. 

Necesitaría ayuda para trasladarla a otro lugar antes de que a la policía se le ocurriera revisar los alrededores.

Todos estaban en la cena, probablemente ya se enterarían. Busqué entre mis contactos al único que me ayudaría en este momento.

- ¿Sí?- respondió Rhett, después de tres ''beeps''. 

- Rhett.

- ¿Quién es?- cuestionó con el mismo tono.

- Mia.

- ¿Qué pasó?- preguntó en un suspiró.

- Ne... Necesito... que me ayudes, Rhett.

- ¿Para qué?.

- Solo... ven, a casa.

- Bien- dijo y colgó.

Unos quince minutos después, Vi una figura que conocía bien. La que jugaba conmigo desde que era una bebé.

Rhett Lombardi.

No lo había visto desde hace unos meses. Estaba más alto y tenía más piercings que antes.

- Rhett - dije suspirando.

- ¿Qué pasó?.

Su mirada pasó de mi hacia Hayden, que yacía sedada en el pasto del patio trasero.

- ¿Qué mierda hace aquí?.

Negué con la cabeza.

- Tuvimos un problema, con... la policía y tenemos que sacar a Hayden de aquí.

El lució confundido.

- Por.. favor- dije mientras cerraba fuertemente los ojos, estas palabras no eran algo a lo que estuviera acostumbrada a usar.

- Está bien.

El me ayudó a cargar a Hayden y llevarla por un camino seguro hasta su casa.

La dejó sobre su sofá.

- Y..., ¿tu familia?.

- Salieron, siempre salen a esta hora.

- ¿Cuánto tiempo estará ella aquí?.

- El que sea necesario.

...

¡Hola, personitas!

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¡Muchas, muchas, muchísimas gracias por todo!

¡Espero que les guste!

Chaito ✋ 

Ein Monster - Frey SteinWhere stories live. Discover now