Celebración de cumpleaños.

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Kevin organizó una cena en su casa, donde invitó a algunos de sus amigos y a mí en honor a su cumpleaños. Era la primera vez que iría a su casa. Así que estaba algo nerviosa. Así que elegí ponerme unos pantalones negros Oxford con una camisa color crema y sin dudas un bléiser negro para no sentir el frío. Había hablado de esa cena durante toda la semana, estaba ansiosa pero a la vez tímida. Había pasado un mes y medio desde la primera vez que nos vimos y a pesar de que seguíamos siendo "amigos" las cosas cada vez estaban siendo más serias. Encaminadas a una futura relación. Intente huir de esa charla y evitarla lo más posible. Pero él no paraba de repetirme las ganas que tenía de que oficialicemos nuestra relación. Aún no estaba lista. Aún no sabía si era lo que realmente quería. Tenía miedo de arrepentirme. Así que ante la duda, prefería mantener las cosas como estaban. Tome un subte y un colectivo para llegar temprano a su casa. El viaje era largo y aburrido. Así que siguiendo las instrucciones del GPS, llegue a una gigantesca casa rodeada de edificios. Sus padres se habían ido a pasar un año en casa de sus familiares que vivían en el extranjero, por lo tanto estaba viviendo con su hermana y nadie más. Era una casa lujosa y hermosa, lo suficientemente grande como para que una familia de diez hijos viviera allí. Tenia un jardín de ensueño y había decoraciones de globos azules y negros por todos lados. Toqué timbre y luego de unos segundos, el portón eléctrico se abrió. Así que me adentro a la casa. Kevin me recibió en la puerta con una enorme sonrisa, me dio un pequeño beso en mis labios y me miró esperando mi aprobación.

--Wow, tu casa es enorme. Me encanta-- dije sonriente. Su cumpleaños no era hasta el domingo, pero decidió festejarlo adelantadamente el sábado para que pudiese estar presente. Entramos a su casa y mientras mi mirada se perdía en los enormes cuadros pintados y las estatuillas de arcilla hechas por su madre, una artista reconocida. Fuimos hasta el living, donde había varios chicos de mi edad, sentados en los sillones y otros apoyados en los muebles, bebiendo cerveza.

--Hola-- dije a todos los presentes. Para no perder el tiempo saludando uno por uno. Todos devolvieron el saludo y continuaron en lo suyo.

--Te presentaré con mi hermana-- dijo Kevin llevándome hasta una hermosa chica rubia, muy parecida a él. Ella sonrió y me saludó muy cariñosamente.

--Al fin te conozco. Eres más hermosa de lo que vi por fotos-- Dijo ella alegremente.

--Muchas gracias.-- dije nerviosa. Kevin iba de acá para allá, compartiendo su presencia con todos los presentes. Pero al verlo noté que su actitud con ellos era muy diferente que la actitud que tenía conmigo. Su hermana se quedó a charlar conmigo, hablábamos de la universidad, de su familia, de la casa, una conversación aburrida y Simple. Me serví una copa de vino. a medida que el tiempo pasaba estaba más aburrida y abrumada. odiando a todos los presentes y sus misóginas charlas. Nadie allí era amable, divertido ni carismático, parecían señores de la tercera edad. No entendía como Kevin se podía llevar bien con esa gente despreciable. Apenas habían pasado unas tres horas y ya quería irme desde que entre. Rogaba que todos se vayan. Sirvieron sushi y ya iba por mi décima copa de vino. El alcohol me hacía olvidar lo horrible del momento. Comencé a reír por cada cosa que decían y no causaba nada de gracia. Termina encerrándose en el baño para huir de la "fiesta". Entonces Kevin abre la puerta y se encierra conmigo dentro. No esperaba que eso sucediera, entonces comenzamos a besarnos apasionadamente. Estaba algo borracha, por lo tanto no podía coordinar muy bien mis movimientos. Me empezó a desvestir y a besar por todos lados. Estaba muy excitado y eufórico yo en cambio estaba cansada y sin ganas de tener relaciones, pero él empezó a insistir y a presionar para que tuviéramos relaciones. Busque excusas y peros para no llevar a cabo dicho acto. El no parecía entender la situación y no estaba dispuesto a aceptar un no por respuesta. Así que me quitó las bragas y me obligó a apoyarme contra el lavamanos. No quería hacerlo, no tenía ganas.

--Por favor Kevin, ahora no. No estoy en condiciones de hacer nada de lo que tu quieres.-- dije dándome vuelta y sacando sus manos de encima, tome distancia de él y me volví a vestir.

--Me das asco. Estás súper borracha, olor a alcohol y estás hecha un desastre. Me da vergüenza. ¿Qué dirán mis amigos de ti? Compórtate.-- se subió los pantalones, se colocó el cinto y arreglo su ropa y cabello para volver a la fiesta. Cerró la puerta violentamente y desapareció.

Comencé a llorar de la impotencia y de la rabia que me provocó esa situación. Su actitud horrible conmigo, su mal comportamiento, su conducta miserable conmigo, me dolía, me hacia sentir mal, me lastimaba. Quería irme ya mismo de ahí. Pero estaba tan lejos de mi casa y sin dinero suficiente para volver a casa en taxi. Y a esa hora no andaba el transporte público. Así que me quede encerrada en el baño por un largo rato más, evaluando todo la situación con mucha frustración.

Al salir del baño me dirigí hacia el segundo piso a escondidas del resto de personas. Luego de entrar a varias habitaciones, encontré la habitación de Kevin, la reconocía porque en varias videollamadas me la mostró. Me acerqué a su cama y me quedé inmediatamente dormida.

Al otro día, al despertar, me encontré en la misma posición que cuando me quede dormida. Había un silencio de muerte. Estaba yo sola allí. Así que me puse de pie rápidamente para irme de su casa cuanto antes. Tome mi cartera y baje las escaleras casi corriendo. Quería irme cuanto antes. Pero antes de poder abandonar la casa, escucho la voz de Kevin.

--Buen día dormilona-- Dijo Kevin. Este apareció con una gran sonrisa. Pero al ver mi cara de disgusto y enojo, la sonrisa se le borró.-- ¿Qué sucede?-- pregunto como si no recordara la situación horrible por la que me había hecho pasar la noche anterior.

--¿Estas bromeando? Eres un idiota.-- dije furiosa, siguiendo mi camino hacia la salida. Pero el fue detrás de mí a pasos rápidos y se interpuso, evitando que continuara caminando.

--Perdón Ro, estaba alcoholizado y actué muy mal. Me arrepiento demasiado. No quería lastimarte. Lo siento. Pero no te vayas enojada, hablemos. Déjame explicarte.-- dijo Kevin con lágrimas en los ojos y con el tono de voz quebrado.-- Por favor, quédate.-- dijo mientras me envolvió con sus brazos gentilmente. Me puse a llorar. No podía calmarme ni controlarme. Las lágrimas brotaban sin parar de mi. Estaba lastimada por lo que sucedió y me dolía con solo pensarlo. El me abrazó aún más fuerte que antes y también comenzó a llorar mientras repetía que lo perdoné una y otra vez. Me sentí en un dilema desconcertante, parecía realmente arrepentido y avergonzado por su accionar.

--No basta con decir Perdón, cuando ya lo arruinaste. Tienes que pensar antes de actuar--Dije aun enojada.

--Está alcoholizado, no pensaba con claridad, por eso te deje descansar sola en la noche, porque sabía que me había equivocado y no quería que pienses que me estaba aprovechando de ti. Soy un estúpido, ¿puedes perdonarme?-- sus ojos estaban cristalizados y se veía demasiado mal, conmovido por la situación. Suspire y asentí con la cabeza. 

Té para tres.Where stories live. Discover now