Línea Erótica ; 국기 [KookGi] ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ

Dieciocho

Al cabo de una hora, el timbre sonó y TaeHyung rápidamente se levantó y se dirigió a la puerta para abrir.

Me daba un poco de nervios conocer a los amigos de JungKook, sentía como si me fuese a presentar a sus hermanos de sangre o familiares importantes. Aunque no debía de sentirme nervioso porque JungKook seguramente me presentaría como su amigo y nada más, justo lo que en realidad somos.

Al abrirse la puerta, unas voces muy animadas se escucharon y tres chicos bastante guapos entraron a la casa de mi mejor amigo.

JungKook se acercó a ellos y se dieron un abrazo grupal muy felices.

-Chicos, ellos son Jin, Jimin y NamJoon. -los nombró mientras señalaba a cada uno. -Son mis mejores amigos desde hace años, excepto Jimin que llegó último.

-¿Encantado? -habló primero TaeHyung. -Soy TaeHyung, aunque ya lo sabéis y ellos son mis mejores amigos, HoSeok y YoonGi, aunque creo que también lo sabéis. -nos señaló.

Todos nos estrecharon las manos y nos sonrieron, pero noté que la vista de ellos estaba más centrada en mí que en mis amigos. Y era obvio que así iba a ser, JungKook le hablaba de mí a sus amigos.

JungKook se acercó a mí con una enorme sonrisa, pasó su brazo por mis hombros y besó mi mejilla.

-Sí, él es el famoso YoonGi, el chico por el que estoy loco. -soltó sin ningún problema y sin pizca de vergüenza.

Sus amigos parecían satisfechos de saber que yo era YoonGi, me miraban como si fuese lo mejor que han visto en días.

-Es justo como nos lo describiste, JK. -comentó NamJoon.

Quería saber de qué manera me había descrito mi hyung. Sabía que no podía ser una descripción mala, pero tenía curiosidad.

-¿Cómo describió a YoonGi? -preguntó de repente HoSeok. -Lo siento, me da curiosidad.

Agradecía tener a amigos tan curiosos como yo, así conseguía que ellos dijesen lo que yo también quería decir.

Todos caminamos hacia el salón, ya que seguíamos en la entrada y no tenía sentido seguir conversando ahí. TaeHyung nos pidió que nos sentásemos mientras él iba trayendo algunos cupcakes que habíamos dejado queriendo para ellos y también batidos.

-No te preocupes por haber hecho la pregunta, HoSeok. -respondió NamJoon con una sonrisa. -JungKook nos dijo que YoonGi era de baja estatura, que tenía el pelo muy suave, una sonrisa encantadora, piel blanca como porcelana, ojos pequeños pero expresivos, un rostro angelical y unas piernas y trasero de infarto.

Me sonrojé hasta las orejas con su descripción. ¿En serio JungKook había dicho todo eso de mi físico? ¿Cómo lograba verme de tan buena manera?

-Todos te damos la razón en que JungKook ha descrito muy bien a YoonGi. -dijo HoSeok de acuerdo con todo lo dicho.

-Ay, ¡estás rojo! -soltó JungKook al mirarme y notar como me ardía la cara.

-¿Cómo no voy a estarlo? -agaché la cabeza. -Me has descrito como si fuese precioso.

-Es que lo eres.

Me encogí en mi sitio y observé por unos segundos a los demás. Todos nos miraban con ojos de corazones y yo solo podía sentirme cohibido por ello.

Al final todos congeniamos muy bien y nos hicimos buenos amigos. Contamos muchas cosas de nuestras vidas y gustos, así todos logramos conocernos mejor. Además hicimos un grupo de chat en Kakao Talk para seguir manteniendo el contacto incluso cuando no pudiésemos vernos.

Ya eran las once de la noche y todos seguíamos ahí. En uno de esos momentos en los que no estaba hablando con alguien, me levanté sin decir nada y fui hacia la pequeña terraza que había al final del salón. Salí para que me diese un poco el aire y también para observar las bonitas estrellas. Respiré profundo y solté el aire lentamente, hacer este tipo de cosas me relajaba bastante. En mi mansión solía hacerlo mucho, incluso a veces me sentaba en alguna silla y me quedaba en la terraza por horas mientras leía o escuchaba música.

-¿Ocurre algo?

Una voz se hizo presente sin esperármelo y me asusté un poco. Luego sonreí al ver que se trataba de JungKook. Se colocó a mi lado y apoyó también sus brazos en la barandilla, levantó la mirada para fijar su vista en el cielo y su rostro se iluminó. La luces de la ciudad iluminaban con un tono muy bonito su precioso rostro, y la brillante noche le daba magia a sus ojos, era increíble lo precioso que él podía ser.

-No ocurre nada, solo quería salir aquí un ratito. -aclaré.

-Oh, supongo que quieres estar solo. Entonces mejor me voy, no quiero molestar...

Mi hyung hizo el amago de irse, pero sujeté su brazo y le acerqué a mí.

-No es necesario que te vayas, me gusta tu compañía.

Él al escuchar aquello me miró y yo no pude evitar el mirarle de vuelta. Sus ojos me atraparon, seguían estando tan brillantes que acaparaban toda mi atención. Aunque su rostro al completo era tan bonito que me podía quedar horas observándolo.

-¿Por qué me miras tanto? -preguntó con una pequeña sonrisa.

-Tú antes has dicho que soy precioso, pero es que... Tú lo eres mucho más. Creo que no he visto cara más bonita que la tuya.

Su sonrisa se ensanchó y pasó uno de sus brazos por mi cintura. Suspiró y volvió a posar la vista al cielo.

-YoonGi, ¿crees que es normal tener más ganas de mirarte a ti que a las estrellas?

Su pregunta y confesión me tomó por sorpresa y le miré con los ojos muy abiertos. Era tan especial lo que había dicho que fue inevitable el hecho de que mi corazón comenzase a latir con tanta rapidez.

Sus ojos volvieron a mirarme y decidí pasar también mi brazo por su cuerpo. Recosté mi cabeza en su hombro y cerré los ojos.

-Supongo que es normal cuando tienes a la persona que te gusta a tu lado. Esa persona siempre va a acaparar tu atención porque sientes demasiadas cosas al tenerla a tu lado.

-No lo has podido explicar mejor. Eso me pasa cuando estoy contigo, todo se centra en ti.

No pude evitar sonrojarme y acurrucarme más en él. Estando cerca de JungKook me sentía demasiado a gusto.

-Yoonie, ¿puedo besarte?

Al decirme eso, lo primero que se me ocurrió fue mirar hacia atrás para ver si los demás nos estaban viendo, pero había una cortina que tapaba la terraza, así que teníamos algo de intimidad. Luego mi vista fue hacia mi hyung y al verle no pude negarme. Yo también quería besarle, quería estar mucho más cerca de lo que ya estaba.

-Claro que sí. -asentí.

Y después de aceptar, nos acercamos decididos y compartimos varios besos esa noche junto a las estrellas.