Diecinueve

3.7K 483 8
                                    

Sentí unas manos rodeando mi cintura, me sorprendí al sentir ese tacto porque no me lo esperaba, así que me giré para ver de quién se trataba, aunque ya estaba bastante seguro de eso.

Sonreí al ver a JungKook con su traje y una sonrisa hermosa adornando su cara. Acababa de llegar del trabajo en la empresa de mi padre.

-¿Qué tal te ha ido?

Pasé mis brazos por su cuello y le acerqué a mí para darle un suave beso en los labios.

Ya se nos había hecho costumbre el besarnos sin ningún tipo de problema o duda, ahora nos dábamos toda la libertad para expresar con hechos lo mucho que nos gustábamos.

-Ha sido un poco agotador, pero todo bien. -respondió con su mirada fija en mis ojos.

Desde el día en que conocí a los amigos de JungKook, ya había pasado un mes. Mi hyung supuestamente debería irse pronto de aquí, pero mis padres decidieron dejarle un mes más viviendo con nosotros. Ellos estaban encantados con él. JungKook era un chico ordenado, educado, divertido, ayudaba en las tareas necesarias y era puntual en su trabajo además de trabajador.

Todas esas cualidades nos encantaban de él, pero la que más le gustaba a mis padres era la forma en la que él me trataba y cuidaba. Siempre atento, cariñoso, sincero, detallista...

JungKook tenía tantas buenas cualidades y su personalidad brillaba tanto que se me hizo imposible no caer enamorado de él.

-He preparado Kalbi.

-¿En serio? -fijó su vista en lo que había cocinado y dió saltitos de felicidad. -Siempre eres tan buen cocinero. -me elogió mientras pellizcaba con suavidad una de mis mejillas.

-Cámbiate de ropa rápido, seguro tienes mucha hambre.

Él asintió varias veces y se fue corriendo escaleras arriba hacia su habitación.

Mientras yo fui colocando la mesa que hoy era solo para él y para mí porque las personas que trabajaban en la mansión ya les había dado su comida y mis padres volverían por la noche. Casi siempre había alguien que se encargaba de cocinar, pero cuando estaba de vacaciones le pedía a esa persona que hiciese otras labores y me dejase la cocina a mí.

Al terminar de colocar el último cubierto, mi hyung apareció con ropa de estar por casa y se sentó enfrente de mí para comer.

-Muchísimas gracias, Yoonie. -dijo con muchas ansias de probar la comida.

-No es nada. ¡Buen provecho! -exclamé.

-¡Que aproveche! -respondió con alegría.

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

La tarde se basó en ver películas Disney que nos encantaba y hacía mucho tiempo no veíamos.

-No recordaba que Up era tan bonita y triste a la vez. -dijo JungKook mientras se secaba una lágrima.

Yo también me encontraba llorando y con un pañuelo de color rosa en mi mano para limpiarme los mocos.

-Pásame uno. -extendió su mano y se lo di.

-Recuérdame no ver más esta película. -solté mientras apagaba el televisor, ya habíamos visto cuatro películas y era suficiente.

Miré la hora en mi teléfono y marcaba las 23:36. Se nos había pasado el tiempo muy rápido y ya era tarde.

-Estoy cansado. -bostecé. -¿Nos vamos a dormir?

Mi casi novio (porque todavía no lo éramos aunque actuábamos como una pareja) asintió estando de acuerdo. Nos levantamos del cómodo sofá, limpiamos la mesa donde habíamos cenado y nos fuimos al baño a lavarnos los dientes. Después fuimos a mi habitación y directamente nos metimos en la cama. Nos tapamos con una fina sábana las piernas porque no hacía mucho frío y JungKook como de costumbre me abrazó. Colocó su cabeza en mi pecho y yo le dejé suaves caricias en su cabello.

-YoonGi. -me llamó con voz baja.

-Dime. -respondí soñoliento.

-¿Sabes que te amo muchísimo?

Puso su cabeza en la almohada para estar a la misma altura que yo. Giré la mía para poder encontrarme con su rostro muy cerca del mío. Vi que me estaba observando con los ojos casi cerrados y me dio una sensación de paz verle tan cansado y tierno a la vez.

-Lo sé, pero... ¿Tú sabes que yo a ti también? -junté mi frente con la suya.

JungKook se sorprendió por ese gesto, pero obviamente no se apartó. Colocó una de sus manos en la mejilla que no tenía posada en la almohada y la acarició con su pulgar con mucha lentitud.

-Yoonie, estoy tan enamorado de ti... De verdad, nunca me había enamorado tanto y mucho menos así de rápido. Pero tú tienes magia, me haces sentir cosas increíbles y que nadie más ha conseguido que sienta. -posó ahora su pulgar en mis labios y los delineó. -Me gustaría... Bueno, mejor dicho, me encantaría pasar años y años junto a ti. Quiero seguir enamorándote y hacerte sentir cosas buenas y luchar por nuestras metas juntos. ¿Aceptarías?

No tenía ni que responder, porque era obvio que mi respuesta iba a ser un rotundo .

Nunca había estado tan seguro de algo en mi vida. Es más, siempre había sido un chico indeciso y para cada decisión de mi vida tenía que pensar muy bien.

Pero con él no me hacía falta. No quería pensar más, solo darle mi respuesta afirmativa y ser felices juntos.

-Lo que tú quieres es justo lo que yo quiero. No tengo ninguna duda de que con quien más quiero estar es contigo. Por supuesto que acepto.

Y no tuvimos que añadir nada más, simplemente juntamos nuestros labios en un dulce beso, de esos que tanto amábamos darnos. Cargado de sentimientos, pequeñas caricias y una sonrisa de por medio.

Siempre iba a estar más que agradecido con Tae por haberme engañado y haber logrado que llamase a esa línea erótica. Había sido lo mejor que pude hacer.

Línea Erótica ; 국기 [KookGi] ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴDove le storie prendono vita. Scoprilo ora