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Habían al menos ocho cajas apilandose una sobre otra, sus padres habían huido como cobardes justo unos segundos antes de que Mark les pudiera ayuda para desempacar.

-Canallas, soy un pobre diablo con mucho trabajo y ustedes escapan como ratas- Mark  maldecía  en voz alta mientras abría una de las cajas para empezar a ordenar. Sus padres se habían ido con la excusa de que estaban demasiado ocupados y que de seguro Mark tendría la suficiente fuerza física para desempacar desempeñar un par de cajas.

-Al diablo la fuerza física, quiero aporrear mi cabeza contra el suelo- Mark seguía quejándose mientras sacudía y tendía la cama de su cuarto. Los pliegues seguían arrugandose en el borde- ¿debería simplemente cortar estos jodidos pliegues del infierno? Esto comienza a sacarme de mis casillas.

El timbre del apartamento sonó y Mark corrió hasta la puerta sabiendo que la única persona que tocaría a su puerta sería su mejor amigo.

-¡Youngjae!- como si el nombrado pudiera oler el peligro trató de salir corriendo, pero Mark fue más rápido y lo arrastró al interior del apartamento mientras Youngjae se revolcaba entre sus brazos.

-¡Sueltame maldita zorra convenenciera!- Youngjae intentó morder los brazos que rodeaban su cuello tratando de que no pudiera soltarse del agarre- ¡sólo te emocionas al verme cuando necesitas mi ayuda!

-Basta, no te niegues ¿acaso dejarías que tu pobre y enfermo amigo gastara energía desempacando sólo? ¡Auch!- Youngjae había logrado atrapar entre sus dientes un pedazo del brazo de Mark y en consecuencia Mark lo soltó no sin antes darle un par de golpes en la cabeza- ¡eres una bestia!

-¡Entonces no hagas eso!

-¡¿Qué?!- Mark sabía exactamente a qué se refería, sólo le encantaba jugar con su paciencia.

- Siempre dices que estás enfermo para causar lástima y conseguir lo que quieres, ¡maldito manipulador! No caeré en tu juego- Mark fingió verse abatido y soltó una pequeña tos- ¡tu enfermedad es del corazón, ¿Qué tiene que ver la tos?- Mark volvió a fingir una tos más fuerte- ¡Te odio Mark Tuan!.

Desempacar no había llevado más de una hora con la ayuda de Youngjae. Al terminar  ambos se habían echado sobre la alfombra en tonos acromáticos que habían colocado en el salón de Mark.

-Esperaba que fuese más divertido- confesó Mark mirando hacia el techo.

-Hubieras contratado un payaso- Mark giró sobre la alfombra y comenzó a patear a Youngjae repetidas veces haciendo a este reír- ¡Perdón, perdón!- dijo aún entre risas desquiciadas, Mark paró y ambos quedaron en la misma posición mirando hacia el techo- ¿Y si hacemos una fiesta de inauguración?

-¡Que gran idea!, ahora sólo necesito amigos a los que invitar- Mark le dedicó una mirada obvia a Youngjae mientras este lo veía con media sonrisa en la cara.

-Había olvidado que eres un asocial- Youngjae esquivó las siguientes patadas que Mark lanzó- tengo un par de contactos, haré unas llamadas y tendremos fiesta. Dime gracias soy tu salvador.

- ¡Pero yo no conozco a nadie!- reclamó Mark

-Entonces es tu oportunidad de hacer nuevas amistades. No seas dramático- Mark miró atentamente a Youngjae mientras este presionaba insistente la pantalla de su móvil- Deja de verme así y ve a comprar los preparativos para la fiesta. Quizás cuando regreses ya hayan llegado.

-¿Tan rápido? No sabía  que hacer una fiesta fuera tan fácil.

-Será una fiesta pequeña y ellos siempre tienen tiempo, asi que vendran enseguida- Youngjae habló aún manteniendo la vista en el celular, así que Mark salió hacia el super sin aportar nada más.

Mark estuvo vagando por el supermercado una hora entera sin saber realmente qué comprar. Finalmente se había distraído en la sección de juguetes. "¡Fiesta! ¿con qué letra empieza fiesta" el juguete había empezado a hablar robandose la atención de Mark quien presionó el botón azul que llevaba grabada la letra F. "F de foca. ¡Muy bien! ¿Dónde está la letra i?. Mark estuvo a punto de presionar aquel tentador botón amarillo con el grabado de la letra i sin embargo la mirada atenta de un pequeño niño le obligaba a querer salir corriendo de ahí.

-Gideon, vámonos- la madre del niño había llamado desde el otro lado del pasillo mirando a Mark de mala manera y manteniendo aquella mirada mientras tomaba en brazos a su hijo y se marchaba del lugar.

-¿Qué pasa con esa loca?- murmuró Mark para si mismo- debí adivinarlo desde que llamó a su hijo, ¿Qué clase de desgraciado le llama Gideon a su hijo?- Mark abrió el navegador de Google y lleno la barra de búsqueda con la pregunta "¿Qué debo comprar para hacer una fiesta?"

Wikihow

Paso 1: Alegra tus fiestas con confeti de colores e imágenes divertidas

Paso 2: Haz tus propios jugos de colores ¡sólo necesitarás limonada y colorante comestible!.

Paso 3: No podrán faltar los gorros y globos de fiesta.

Paso 4: ¡Compra muchos dulces, ¡una fiesta no es una fiesta sin dulces!.


Mark regresaba a casa orgulloso de sus compras. Sabía que Youngjae estaría muy orgulloso de su esfuerzo y que la fiesta sería todo un éxito.

Mark abrió la puerta haciendo el menor ruido para poder sorprender a Youngjae, sin embargo, pudo escuchar algunas voces provenientes de la cocina, enseguida las relacionó a las personas que Youngjae había llamado para ayudar, así que se armó de valor en ir y hacer nuevos amigos.

Una voz profunda y rasposa dominaba la conversación ajena, se le hizo extrañamente conocida, así que se acercó precavidamente poniendo mucha atención a la plática.

- ¡Casi me atropella! Y aún así, cuando fui a reclamarle el tipo estaba completamente en otro mundo, me veía como si yo fuera un bicho raro- Mark apoyó extendió la mano para apoyarse en la puerta y escuchar mejor.

- ¿Era sexi?- una voz diferente completó la conversación y Mark tropezó torpemente dentro de la cocina. Se había apoyado en la puerta abierta.

-S... es él- murmuró el dueño de la voz profunda y rasposa. Todas las miradas se fijaron en Mark haciendo a este sonrojarse.

-Santo Dios- exclamó un peliblanco y Mark relacionó su voz a la segunda que había escuchado- es caliente como el demonio- el peliblanco se acercó a Mark a prisa y extendió su delgada mano hacia él- Soy Bambam, soy tailandés y soltero.

-Hola Bambam, soy Mark- Mark se sentía demasiado presionado, mientras hablaba, las miradas de otros cuatro desconocidos y Youngjae lo miraban atentamente, en especial aquel no tan desconocido que casi había matado unos días atrás - estadounidense y soltero.

-Encantador- Bambam volteó hacia los demás, señalando a Mark con el pulgar mientras lo decía, instantáneamente Bambam regresó a Mark y observó atentamente la bolsa que llevaba en las manos- Vaya, fuiste de compras, veamos que trajiste.

Bambam llevó la bolsa a la mesa y la abrió frente a todos dispuesto a sacar su contenido, su mirada analizó instintivamente los objetos: un paquete de globos de colores "el payasito feliz", una docena de gorros de fiesta "party.com", chocolates, galletas, frituras y montones de golosinas, colorante artificial, confeti y ¿limones? .

Bambam le dedicó una mirada de alarido a Youngjae a lo que Youngjae entendió un "¿Qué diablos es esto?" . Youngjae respondió frunciendo entrecejo mientras acentaba su dedo índice sobre sus labios en un puchero, a lo que Bambam entendió un "Por favor no digas nada". Bambam cerró la bolsa alzando una ceja sin despegar la mirada a Youngjae, a lo que Youngjae entendió un "No se que diablos sucede, pero ya me contarás".

Bambam se llevó la bolsa del lugar mientras Mark sudaba frío porque aquel tipo de la voz profunda y los ojos expresivos no dejaba de clavarle la mirada. 

Nota de Mark:
Nunca confíen en Google.
#ridículo #farza #tiporarodejademirarme


Renacer; MarksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora