〣 𖦹 ִ ˑ𝑲𝒐𝒐𝒌𝒕𝒆𝒕𝒆 𝒍♡𝒗 𝒛𝒐𝒏𝒆 ! ◌ || JungKook y TaeHyung crearon una amistad desde el primer día de clases, eran completamente diferentes, pero a su vez tan iguales, dos mejores amigos, confidentes, almas gemelas; que siempre se qu...
El pequeño TaeYang se encontraba aquella mañana sentado en el comedor disponiéndose a tomar su desayuno, una leve caricia en su nuca lo hizo levantar la mirada.
Su padre había llegado a sentarse a su lado, mientras lo observaba. JungKook notó como su hijo llevaba junto a él aquel sobre el cuál contenía la carta de su madre, una leve sonrisa se dibujó en los labios del pelinegro, ver como su pequeño hijo atesoraba cada recuerdo de su madre con tanta devoción y cariño lo hacia sentir ternura hacia el.
Su hijo quién a pesar de haber crecido sin una madre siempre fue un niño feliz, animado y con un enorme corazón.
JungKook revisaba su correo en su móvil cuando el pequeño Tae dirigió su mirada hacia él, luego con una sonrisa tomó aquel sobre y lo abrió ligeramente observando la fotografía de Kim TaeHyung volvió a sonreír «Es muy lindo» «Tiene una hermosa sonrisa» pensó y de nuevo la guardo.
Mientras compartían en la mesa JungKook recibió una llamada.
ㅡHolaㅡel señor Song estaba en la otra línea.
ㅡSeñor SongㅡJungKook sonrióㅡ¿Cómo se encuentra?
ㅡTodo bien hijo, gracias por preguntar. Estoy llamando para confirmar que vendrán mañana.
ㅡPor supuesto. Sabe que es una fecha importante y no podemos faltar.
ㅡ¡Bien! Iré a recogerlos, por favor dale un beso al pequeño Tae de mi parte.
Ese día sería el aniversario del fallecimiento de YuQi, todos se reunirían para efectuar una ceremonia y presentar sus respetos. Se cumplían diez años de que YuQi había partido a un descanso eterno dejando con su partida un esposo e hijo y junto con ellos dolor y nostalgia.
Regresaban a Busan cada año para rememorar el lugar donde estudiaron, se conocieron, enamoraron y dónde fue la última morada de YuQi.
TaeYang se encontraba en su habitación aún sin soltar aquella carta, observaba entretenido la TV, en ella pasaban un programa conducido por una linda y animada chica, en ese momento la chica proponía realizar un juego; decía que con este juego se podría traer los asuntos del corazón.
El primer plano consistía en que ella diría una palabra y la otra persona debía decir lo primero que se le viniera a la mente, debía hacerlo sin pensar.