Capítulo 2

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Keith estaba mirando al techo de la habitación, intentando descansar. Y digo "intentando" porque las vendas que tenía en el estómago le picaban mucho y no le dejaban tranquilo.

Keith : Estúpidas vendas. Al diablo, me las voy a quitar.

Justo antes de poder empezar empezó a sonar el móvil de Keith.

Keith : Valla hombre, siempre tan oportuno. *contesta el teléfono* ¿Dígame?

Miku : ¡Keith! ¿¡Donde estás!? ¡Llevo toda la noche buscándote! ¿¡Estás bien!?

Keith : Tranquila, estoy bien. Estoy en casa de Sarvente.

Miku : ¿Y que haces allí?

Keith : Es una larga, te prometo que te lo contaré todo cuando llegue a casa.

Miku : Vale, pero por favor no tardes mucho.

Keith : Ok, voy para allá, llegaré lo antes posible.

Keith colgó el teléfono y se levantó de la cama para marcharse.

Sarvente : ¿A donde vas?

Keith : Sarvente, te agradezco que me hayas cuidado, pero tengo que irme ya.

Sarvente : Ok. Por lo menos deja que te acerque a tu casa.

Keith : No hace falta.

Sarvente : Por favor, es lo menos que puedo hacer por ti.

Keith : Gracias, pero creo que ya has hecho bastante.

Sarvente : Por favor, insisto.

Keith : Está bien. Si que eres persistente.

Sarvente : Bien, pues vamos.

Ambos subieron al coche de Sarvente, y en apenas unos diez minutos habían llegado a la casa de Keith.

Keith : Gracias por traerme.

Sarvente : No es nada.

Keith abrió la puerta para encontrarse con su hermano, quien nada más verlo fue corriendo hacia él.

Miku : ¡Keith! ¡Menos mal! ¿Donde estabas? ¿Por que desapareciste así de la nada?

Keith : Bueno, verás... El caso es que me atropelló un coche.

Miku : ¿¡Que qué!?

Keith : Pero tranquila, Sarvente me encontró y me llevó a su casa para cuidar de mi, incluso me vendó la herida.

Keith se levantó la camisa dejando ver las vendas que tenía.

Miku : Menos mal. Muchas gracias Sarvente.

Sarvente : No es nada.

Miku : ¿Quieres pasar y hablar un rato?

Sarvente : Claro, me encantaría.

Los tres entraron en la casa, Miku y Sarvente se quedaron hablando en el salón mientras que Keith subió a su cuarto y se tumbó en la cama para poder descansar.

Keith : Miraré el móvil, a ver qué otros mensajes tengo.

Keith miró su móvil, pero no tenía ningún mensaje de nadie. Decidió dejarlo en su mesilla de noche.

Keith : Estás vendas pican demasiado, voy a quitarmelas.

Keith fue al baño para quitarse las vendas, y una vez se las quitó las tiró a una papelera que había allí. Al mirarse al espejo vio que tenía una cicatriz del golpe que recibió.

Al ritmo del amor (Keith/Bf x harem)Where stories live. Discover now