Beach Days ➤ Minayeon

Capítulo X

Todo el día había sido divertido, al punto de que Nayeon y Mina habían fortalecido una especie de vínculo especial. Ninguna de las dos lo entendía, pero, no podían quejarse de aquello porque no habían existido los momentos incómodos.

Y Hasta Mina parecía olvidar que Nayeon estaba allí solo para cuidarla, que por un momento, realmente lo recordó, y se decepcionó.

La chica no estaba allí porque quería, era simplemente su trabajo.

Mina se sintió algo mal, estando allí en el sofá, ambas mirando la televisión.

Y por un momento, la sonrisa de Mina se esfumó.

Nayeon notó esto, por lo que la miró con duda.⸺¿Estás bien, Mina?

La japonesa la miró brevemente, y terminó por asentir, algo indecisa.
⸺Eso creo.

Nayeon puso en pausa la película y se acomodó en el sofá, mirándola de frente con firmeza, sin embargo, al momento de hablar, su voz fué suave.⸺¿Necesitas que te traiga algo?

Mina volvió a negar, sonriendo ante la preocupación inminente que desprendía Nayeon.

Nayeon no pareció satisfecha, sin embargo, solo suspiró resignada. Sabía que la menor era algo terca, por lo que decidió no pelear con ella por ahora.

Por otro lado, unos toques en la puerta de la habitación se hicieron presentes.

Mina se levantó con rapidez del sofá y abrió la puerta, dejando ver a una Sana brillante sonriente, con las mejillas sonrosadas.

La japonesa menor la miró, y suspiró resignada, echándose a un lado para abrirle la puerta.

Mina ya sabía que Sana no se rendiría hasta estar algún tiempo con ella, sin importar que sucediera, Minatozaki siempre estaría a su lado.

Y claro, Sana tomó confianza apenas puso un primer pie en su habitación, caminando libremente al sofá, y detuviéndose al ver a una extraña allí.

⸺¿Quién eres tú?⸺Preguntó con curiosidad.

Nayeon la miró, entró en pánico por unos segundos, o eso hasta que Mina habló.

⸺Ella es Nayeon, mi-

Nayeon la interrumpió.

⸺Soy su amiga.

Sana miró a una Mina confundida, volteando y mirando a Nayeon con sospecha.⸺Nunca te había visto o escuchado de tí en nuestro círculo de amigos.

⸺Es que, nos conocimos en su estadia aquí.⸺Explicó.⸺Nos volvimos muy buenas amigas.

Mina no pudo evitar sentir decepción, para luego sonrojarse.

Sana la miró aún con los ojos entrecerrados, poniendo a Nayeon nerviosa, sin embargo, se confundió cuando Sana la abrazó duertemente.

⸺¡Adoro las nuevas amistades!⸺Exclamó con felicidad.⸺¡Un gusto conocerte Nayeon!

La coreana sonrió y devolvió el abrazo con más ganas.

Se sintió bien acurrucarse en un cálido abrazo, que por un segundo, olvidó completamente que en un día, las traicionaría.

Entre los brazos de Sana, su pecho se apretó.

Deseó conocerlas en otras circunstancias, y tal vez, solo tal vez, podrían ser unidas.

Pero Nayeon tendría que acostumbrarse a la vida real.

La adorable y relajada risa de Mina hizo que por un segundo, olvidara todo a su alrededor.

La brisa caía por las costas del mar, las luces de las estrellas se reflejaban en el mar, y Sana, Mina y Nayeon se divertían con unas sonrisas plasmadas en sus rostros, saltaban y gritaban con alegría en sus corazones.

Mina no podía apartar sus ojos de la figura delgada de Nayeon, que rebotaba con alegría con la arena colgando por sus pies.

Sus ojos brillaban. Y Mina los comparó, solo por un momento, con las pequeñas estrellas que adornaban todo el cielo oscuro.

Y sonrió, olvidando todo lo demás.

Sin embargo, hasta lo más precioso es interrumpido.

⸺Tengo hambre...⸺Sana espetó atrás suyo, acurrucándose contra la espalda de Mina, haciendo que esta última se sobresaltara y quitara, por primera vez, sus ojos de Nayeon.

La coreana solo asintió,⸺También tengo hambre. Deberíamos volver.

Mina suspiró, sin embargo, se vió sorprendida al ser arrastrada por ambas hacia un modesto y bonito restaurante que estaba cerca de ellas.

Nayeon quizo matarse allí mismo cuando vió a Jeongyeon mirarla desde lejos, sentada en una mesa en la esquina del restaurante al que acababan de entrar.

Y al ver aquella sonrisa maliciosa, por primera vez en su vida,

Sintió miedo.

Las tres chicas se sentaron en un asiento y conversaron con alegría, Nayeon volteando de vez en cuando, observando como Jeongyeon la miraba de a ratos.

Sintió una mano en su hombro, volteó y se topo con los ojos de Mina, quien la miraba con preocupación.

Nayeon, con suavidad, le dió un apretón a la mano de la japonesa,

En ese instante supo que no quería defraudarla, por lo que estaba segura de que haría todo para protegerla.

Le dió a Mina una mirada llena de arrepentimiento,

Que solo Sana pudo ver.