• Confesión •

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Apenas llegó al otro lado del auto para montarse, luego de acomodar a la chica en el asiento de copiloto, cuando la puerta que anteriormente había cerrado con seguro para niños se abrió de un golpe.

Gran parte del torso de la morena ahora permanecía fuera del auto, ya que se había inclinado de una forma extraña para conseguir esa posición.

-Ahora qué mierda haces?-El castaño gruñó devolviéndose a donde ella, si no fuese por el cinturón de seguridad que él mismo le colocó, seguramente se hubiera llevado otro gran golpe.

-No me siento bien-Apenas pudo escucharla, y lo siguiente que pasó fue que su organismo se deshizo de una parte del alcohol ingerido, mezclado con lo que parecía ser su almuerzo.

-Increíble-Soltó entre dientes el chico, la situación estaba consiguiendo rebasar cualquier límite existente en su persona.

Suerte que no estaba lo suficientemente cerca, de lo contrario, el vómito hubiese terminado en sus zapatillas en lugar del pavimento, y eso si lo hubiese hecho estallar.

Ni siquiera sabía porqué estaba haciendo esto, podía sólo dejarla volver a esa estúpida fiesta y sería problema de alguien más, él podría ir a casa y todos felices...Pero no, ahí estaba, de pie frente al desastre en forma de chica.

Para cuando estuvo seguro de que no había más riesgo de que lo que yacía en el estómago de la morena fuese a terminar sobre él, se acercó para ayudarla a incorporarse lentamente.

-Por Dios, me encanta esa canción!-Habló un tanto emocionada, intentando ponerse de pie pero el cinturón de seguridad nuevamente cumplió bien su función; haciéndola caer bruscamente contra el respaldo del asiento.

La música de la fiesta podía escucharse perfectamente desde dónde estaban, Señorita de Camila Cabello & Shawn Mendes llegaba a sus oídos.

-Auch-Se quejó, su cabeza daba vueltas de una forma aterradora, como si estuviese en un juego mecánico.

-Vas a lastimarte, detente-Rodó los ojos, sabía que demostrarle su irritación la haría aferrarse más a la idea de contra decirle en todo, o al menos eso solía pasar con su mejor amigo cuando estaba ebrio.

-Tus padres no te advirtieron sobre el riesgo de mezclar sustancias? No es inteligente, Andrews-Se burló sin una pizca de humor o alguna emoción en su profunda voz.

-Tú debes saberlo mejor que yo ¿no? Es tu negocio-Estiro su brazo izquierdo lo más que pudo para alcanzar a tocar el rostro del castaño.

-Si, claro-Dijo sin interés, en sus planes de un viernes por la noche no estaba discutir su vida personal con una ebria.

-Volvamos a la fiesta-Levantó la voz, golpeando sus piernas desnudas de una forma impaciente pero era demasiado tarde para ello...El castaño ya había rodeado el auto para montarse en el asiento de Piloto, arrancando enseguida.

-Hey no! Quiero volver-Chilló mirando la ventanilla con cierta tristeza, su cuerpo había dejado de responder a todo intento de mover sus extremidades, a lo que sólo cedió quedándose quieta en su lugar.

Estar en un auto a solas con él le transmitía una paz increíble, algo dentro de ella sabía que estaría a salvo.

-Creeme, me lo agradecerás

-Ah si? Qué se supone que te agradeceré?-Lo retó, para ese punto de la noche la chica ya arrastraba las palabras de una forma poco comprensible.

Después de eso, el castaño soltó un gran suspiro disfrutando del silencio que inundaba el auto, su camino a casa nuevamente se veía frustrado, pero esta vez porque debía doblar en otra calle para regresar gran parte de lo ya recorrido para ir dónde la casa de Andrews.

But Daddy I Love Him || Tom Holland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora