Matriarca Vol. 2

Capítulo 191:

Los sentía pesados, pero me esforcé por levantar los párpados.

La vista que empecé a ver era, afortunadamente, mi dormitorio. Y sentí una gran mano que me sujetaba con fuerza la mano izquierda.

─...Pherez.

Era Pherez durmiendo a lado de mi cama con vendas por todo el cuerpo.

─¿Estás despierta?

─Oh, Estella.

Me alegré de ver a Estella después de mucho tiempo e intenté sonreír, pero ni siquiera eso me salió bien. Estaba muy cansada como después de trabajar toda la noche.

─Estás muy pesada, ¿verdad? Es un síntoma de desintoxicación

Me dijo Estella como si hubiera leído mi mente.

─Esto es... ¿por qué está Pherez aquí?

Es un paciente más serio que yo

─El Príncipe está aquí desde que se despertó hace unas horas. Por mucho que le diga que se acueste en su habitación, no hizo caso. ─explicó Estella con una sonrisa amarga.

─Pherez... ¿está bien?

─La hemorragia fue grande, pero afortunadamente la espada no tocó el punto vital. La resistencia del usuario es incomparable a la del público en general, así que se recuperará pronto. Tal vez se recupere más rápido que Florentia.

─...¿Aunque sólo me haya cortado un poco el dedo?

─Su Alteza está más allá de los límites humanos en muchos aspectos.

Bueno, un hombre como él es un hombre que trata el maná como su propia mano, que ni siquiera puede sentir que existe.

A veces olvido lo grande que es Pherez.

Miré al techo, apartando la mirada de Pherez, que dormía. Fue para organizar mis pensamientos.

─Debe ser la Emperatriz la que está detrás de esto.

Lo más importante es quién fue la persona más poderosa que nos atacó en primera línea. Había rincones para acechar.

─Lord Surshou.

Es el único espadachín en el zodiaco en este momento que puede competir con Pherez. Chanton Sushou tenía razón incluso cuando pensó en el acto de darle tiempo en lugar de atacar de inmediato.

─ Y los matones detrás de ellos son probablemente los perros guardianes enviados por la Emperatriz.

Para ver si Sushou está haciendo un buen trabajo o no. Y para terminar definitivamente usando el veneno.

Entonces Estella se acercó a mí y me limpió la cara con un paño húmedo y dijo.

─Como dijo Florentia, fue una suerte haber hecho varios antídotos para el veneno.

─Gracias, Estella.

─Este tipo de cosas... Te lo esperabas, ¿verdad?

A Estella, con voz triste, le sonreí en lugar de responder.

A la Emperatriz le gustaba usar veneno, así que lo preparé por si acaso.

─...Yo haré antídotos de venenos más raro y fuertes. Eso es todo lo que puedo hacer por ti. ─dijo Estella con un pequeño suspiro.

Entonces la puerta de la habitación se abrió con cuidado.

─Papá.

─...Tia.