Matriarca Vol. 2

♥ Capítulo 247:

Aunque sabía que iba a morir.

Las palabras palpitaban como si estuvieran clavadas en mi corazón.

─Cuando Shan dejó la tribu, lo detuve. Para evitar un mal futuro. Pero ella sonrió alegremente y dijo. 'No puedo evitar amar a mi marido y a mi hija que aún no me conocen'

Mi madre conoció a mi padre aun sabiendo qué pasaría si me daba a luz.

─ Lo último que dijo fue. He decidido amar a mi destino.

Parecía un recuerdo muy doloroso para mi abuela.

─Todavía recuerdo el día en que Shan se fue. Una madre no puede olvidar el día en que una hija se va.

Un rostro lleno de huellas del tiempo me miró.

─Sólo una vez, cuando te tenía en su vientre, me envió una carta al pueblo. ¿Sabes lo que dijo Shan entonces?

Sacudí ligeramente la cabeza. La abuela habló en voz baja.

─Mi esposo y mi hija vivirán vidas brillantes.

─Ja.

Terminé haciendo un sonido como el de un globo desinflado.

─ Así que hoy, cuando serás más feliz, he venido a verte. Hija de Shan

Sentí que se me enredaba la cabeza, pero al mismo tiempo, lo supe con certeza.

Mi madre era una persona muy poderosa. Y tal vez era el destino al que volvía. (lo que Shan vio)

─Shan amaba su destino, Florentia. Sacrificó su vida para traerte a este mundo. Así que no desperdicies tu vida.

¿Desperdiciar? Mi vida estaba lejos de decirse que era un desperdicio ni en mi vida anterior ni en esta vida. Porque siempre he tirado todo en la vida

─No, estás viviendo una vida cómoda.

─ No. Eso es algo que no sabes de mí. No soy una persona que pierda el tiempo.

Lo dije sin darme cuenta, como si lo refutara.

No soporto estas palabras, junto con los comentarios que menosprecian mi amor por Lombardi.

─No vivas una vida cómoda.

─Ni siquiera vivo cómodamente.

─¿Por eso hablas de tu próxima vida?

─...¿qué?

─ Si te conviertes en el jefe de Lombardi en esta vida, ¿no te jactas de que estarás satisfecho con ello y que el resto se puede lograr en la próxima vida?

─Eso es...

─¿Puedes decir que no?

Es irrefutable.

Es cierto que a veces pensaba así. En mi vida, traté de convencerme de pensar en ser la dueña de Lombardi.

─Como si tuvieras una oportunidad en tu próxima vida, ¿no?

Sus ojos empañados me miraron con severidad.

─Eres una mestiza. No hay una próxima vida para ti fuera de tu atadura, Florentia.

Una vida que deja remordimientos como si pudiera volver de nuevo. Una vida en la que ni siquiera intentas conseguir todo lo que quieres.

Es una vida complaciente.

─Así que muévete. Porque esta es tu última vida.

La última vida.

En cuanto escuché eso, sólo me vino a la mente una persona.