CAPÍTULO 18

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CAPÍTULO 18 - CUANDO VIVÍ LA VIDA LOCA


--Sonido de arpas que nos lleva un año y pico atrás--


~Sofía~


- Tía, tengo que dejar de acostarme con Julio, esto no es sano, vale que no ha sido más que un par de veces, pero si lo hemos dejado, lo hemos dejado. Además, él está saliendo con una de la residencia.


- ¿Con una abuela?


Me atraganté con el margarita al que había decidido dar un sorbo en ese momento.


- Lo que tienes que hacer es acostarte con otro. Con otros - Ángela me apuntaba con el cuello del botellín a mí, a la humanidad en general y a los tíos que poblaban el pub en concreto -, con muchos. Con todos los que puedas. Entre pañales, monogamia y heterosexualidad, se te ha escapado la juventud y el poder frungir con todo quisqui.


Mi amiga llevaba un principio de castaña bastante elegante.


- ¿Y te crees que no lo he pensado? Claro que me apetece explorar, saber qué hay más allá de Tito.


- ¿Explorar? - preguntó alzando las cejas.


- No en ese sentido, no vayas por ahí que las chirlas no me van lo más mínimo. El problema es que no sé cómo se hace. No tengo ni puñetera idea de ligar, tenía trece años cuando empecé con Julio y no tuve que hacer nada. Las veces que he salido con César bebí de más y solo hice el ridículo.


- Estamos en el lugar indicado, mi pequeña padawan, y prácticamente no vas a tener que hacer nada. Amor no vas a encontrar, pero tampoco es lo que buscas, ¿no? - negué horrorizada ante su sola mención, si aún no había eliminado a Julio de mi sistema, no estaba yo como para meter a nadie de nuevo en él -. Pues un buen semental seguro que te encontramos ¿Tú te has visto? Con esa cara, con esos ojos, con ese cuerpo, ¡con esas tetas!


- ¿Me estás tirando los trastos, cerda?


Desde que Ángela había descubierto y aceptado sin ningún problema su bisexualidad le encantaba intentar avergonzarme haciendo ver que me quería seducir, lo que no imaginaba es que yo iba a entrar al trapo siempre y dejaba de resultarle un reto, decía ella. No podía estar más agradecida por haberla tenido de vuelta a mi lado y poder ser tan idiotas juntas como lo éramos tiempo atrás. Aunque fuera en la distancia, porque seguía trabajando en Madrid, fue un gran apoyo en ese año en el que tanto cambió mi vida.


Un año en el que había tenido que aprender a vivir sin Julio y a estar viviendo dos semanas al mes separada de Joel. Un año en el que me había sentido culpable por disfrutar de esas dos semanas de soledad a la que no estaba acostumbrada. Culpable por tratar de llevar una vida normal y divertirme con mis amigos mientras mi hermana luchaba contra las drogas y contra sí misma. Pero en el que también aprendí a librarme de esa culpabilidad y a no echarme a la espalda problemas que no me competían.


Un año en el que había hablado mucho con mis padres sobre la vida, el amor, las relaciones, sobre su manera de entenderlo todo y lo importante de disfrutar de lo que se hace en general. No es que compartiera todo lo que ellos vivían, pero sí conseguí comprenderles mejor y abrir un poco más mi mentalidad. Se me hacía raro imaginar a mis padres en una relación no exclusiva, pero porque eran ellos, mis padres, no porque no entendiera que era una manera perfectamente válida de vivir en pareja. Eran felices y eso era lo único que me importaba.

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⏰ Terakhir diperbarui: Jun 08, 2021 ⏰

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