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Tu novio había venido a tu casa para ver una película pero se estaba quedando dormido. Su cabeza se había inclinado ligeramente hacía tu lugar en el sofá. Bajaste suavemente su cabeza para hacer que se apoyase en ti completamente. Al hacerlo, notaste como una pequeña sonrisa se formó en sus labios.
Sonreíste por lo tierno que se veía y le acariciaste la cabeza con cariño, a lo que Choso abrió los ojos poco a poco, sonrojándose ligeramente por la escena. Hubo unos segundos de silencio en los que viste como Choso luchaba por mantenerse despierto, así que tomaste la decisión de apagar la televisión y llevarlo a la cama para descansar los dos cómodamente.
Te levantaste del sofá, tomaste el brazo izquierdo de Choso, colocándolo sobre tu hombro y pasaste tu mano por debajo de sus brazos para sujetarlo mejor. Choso despertó ligeramente cuando hizo contacto con el suelo, manteniéndose así de pie y lo guiaste hasta tu habitación.
Lo ayudaste a posicionarse sobre el colchón y lo tapaste con unas sábanas. Te acomodaste finalmente a su lado y poco a poco caíste en los brazos de Morfeo.
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Despertaste al sentir un cálido aliento sobre tu cuello. Giraste la cabeza en la dirección de la que provenía, topándote con Choso, que te miraba atentamente mientras sonreía. Choso depositó un suave beso en tu cuello y tu giraste, quedando cara a cara con él y abrazándolo.
Choso apoyó su mentón sobre tu cabeza después de devolverte el abrazo. Se sentía una calma asombrosa en el ambiente, algo que él apreciaba.
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