Esto será un AU en el que Choso es una "persona normal" y un adolescente.
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Había llegado a su casa y se había encerrado en su habitación. Todo lo que necesitaba estaba ahí y no saldría a menos que fuera estrictamente necesario. No tenía ganas de salir con nadie a la calle y sus hermanos estaban preocupados, pero siempre que sacaban el tema Choso hacía como que no los escuchaba y se iba del lugar.
Tal vez si le contase a sus hermanos lo que le pasaba podrían ayudarlo, pero en su mente no había una solución posible. No era que se metiesen con él en el instituto o que lo insultasen, pero consideraba que no tenía ningún amigo verdadero o alguien que no le hablase sólo por interés.
Así era su vida diaria. Su rutina. ¿Nadie se aburría de repetir lo mismo todos los días? Quería hacer algo para cambiarlo pero no sabía el qué.
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Estaba en clases. No estaba prestando atención y tampoco quería estar ahí. Miraba por la ventana buscando entretenerse con cualquier tontería.
La directora irrumpió en el aula. Hizo callar a todos los estudiantes y se presentó. Aunque todos la conocían, nadie nunca se acordaba de su nombre.
―Soy Anna y esta de aquí es (T/N), vuestra nueva compañera.
Quitó perezosamente su mirada de la ventana para llevarla al frente de la clase, dónde se encontraba la chica de cabellos (C/P). Iba vestida con el uniforme escolar y portaba una sonrisilla nerviosa en su cara.
La chica tomó asiento en el único sitio disponible que había: a un lado de Choso. Ella echó un vistazo rápido por el aula y se encontró con la mirada curiosa del chico.
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Durante todo el transcurso de las clases había estado mirando a la chica nueva "disimuladamente". Agarró su almuerzo y se iba a ir al patio pero una voz lo detuvo.
―¡Hey! ¿Cómo te llamas? No nos hemos presentado ― dijo amablemente.
―E-eh...Choso ― se iba a ir pero lo agarró de la muñeca. No se esperaba que alguien tuviese un mínimo interés el él.
―¿Quieres que vayamos juntos? ― pronunció la chica tímidamente.
Choso pensó unos segundos. No tenía nada mejor que hacer, así que asintió con indiferencia.
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Habían pasado unos meses desde que se conocieron y la amistad entre (T/N) y Choso era cada vez más fuerte. Siempre iban juntos y habían ciertos rumores de que ambos eran pareja o que se gustaban. Obviamente los dos negaban cada vez que alguien lo mencionaba pese a que los dos sabían perfectamente que tenían sentimientos más allá de la amistad.
La chica por su parte sospechaba que no podría aguantar mucho más de esa forma. Cada que tenía la oportunidad le mandaba indirectas a Choso e incluso hubieron varias veces que estuvo a punto de confesársele, pero por alguna u otra razón siempre se acababa acobardando.
Pero ese día no era como los demás. No, definitivamente hoy lo lograría. Había citado a Choso en el parque al que siempre iban diciéndose que hoy sería un día especial. Se sorprendió al verlo a él llevando un ramo de flores en sus manos. Al acercarse un poco más notó el sonrojo en sus mejillas y el como estaba notablemente nervioso.
―Hola ― saludó la chica
Choso dio un leve salto por el susto. Estaba tan hundido en sus pensamientos que ni se dio cuenta de la presencia de ella.
―Oh...Hola ― habló intentándose calmar. Recordó que había traído un ramo de flores para ella y se sonrojó nuevamente al acordarse de porque las compró. ― E-esto es para ti ― habló nerviosamente, extendiéndole el manojo de flores a la chica ― quería decirte algo importante ― desvió su mirada hacía otro lado. No podía mirarla a los ojos, pero ya era demasiado tarde para echarse atrás, ¿no?.
Por otro lado, (T/N) estaba confundida. No sabía que estaba pasando. ¿Por qué le daba un ramo de flores?, y algo importante...¿Acaso era tan importante como lo que ella quería contarle a él?.
―(T/N) ― llamó. La mencionada salió de sus pensamientos para prestarle atención al muchacho enfrente de ella ― Yo...He estado pensando ― hizo una breve pausa y posicionó sus manos en las mejillas de la contraria ― Me gustas ― esas palabras sorprendieron a la chica, pero antes de darle tiempo de responder, Choso estampó rápidamente sus labios contra los de la chica, dejando un beso fugaz.
Que ironía, ¿no?. Ella lo había llamado para declarársele y acabó siendo al revés.
(T/N) apegó sus labios nuevamente de forma veloz a los del contrario casi de forma desesperada. Definitivamente si le dijesen que solo le quedaba un día de vida se lo pasaría besando los labios del chico al que amaba.
Cuando ambos se quedaron sin oxígeno separaron sus labios. Se miraron a los ojos hasta que la chica rompió el silencio que se había formado.
―Tu también me gustas.
La cara del chico cambió a una alegre y sorprendida. Envolvió con sus brazos el cuerpo de la joven y la apegó a él. Rápidamente ella correspondió al abrazo. Cualquiera que observase esa escena se podría dar cuenta de todo el amor que transmitían sus acciones.
Varios minutos después se separaron ligeramente para mirarse a los ojos.
―Te quiero ― salió de la boca de la chica. Ante tales palabras Choso se mostró sorprendido. Reflexiono su respuesta por unos segundos. Sí, definitivamente él también la quería.
―Yo también te quiero ― culminó su frase depositando un beso en los labios de su amada.
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Siento que me ha quedado demasiado cursi, al menos para mi gusto.
