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Nunca tenía más de tres clientes en una noche. No sólo era pesado, simplemente su cuerpo ya no funcionaba como debía. Cuando era más joven tenía más vitalidad y aunque llego a sentirse incomodo, era dominado por el placer, conforme los años avanzaron se sentía un poco más miserable. 

Pero es noche Jimin había insistido en que aquella mujer era especial, era la esposa de un político muy importante y no había forma de que Park le dijera que no podía tener a Taehyung. Jimin acarició la mejilla de Taehyung, esa noche estaba aún más precioso que otros días, la piel morena de Taehyung era demasiado exótica, lo que hacía que su servicio no fuera barato, pero se veía aún más hermoso cuando usaba lentes de contacto de color verdes y ondulaba su cabello largo.

—Cuando termines, puedes ir directo a mi habitación, te haré sentir muy bien. Como te gusta.

Taehyung gimió de solo imaginarlo, pasó su mano por el cabello de Jimin de forma delicada y le dio un beso en los labios.

—Espera por mí, no tardare —susurro y Park gimió en sus labios.

—Usaré el kimono rojo que tanto te gusta, no dejes que ella te quite las energías.

El moreno asintió y se dirigió a la habitación que ya estaba preparada, con cortinas rojas y blancas balanceándose con el aire, la habitación rodeada de velas aromáticas y con olores afrodisiacos, jarrones con flores colocados estratégicamente para hacer el escenario más romántico. El ambiente era seductor por sí solo, siendo la primera vez de cualquier otra persona era un espacio espectacular, pero Taehyung lo había visto miles de veces.

—He esperado por ti —la mujer declaró, apenas lo miró entrar—. Ahora ven y tómame.

—Azul es la palabra de seguridad, ¿Cómo te gusta? —pregunto Taehyung casi en un susurro, deleitando a la mujer con un tono de voz ronco y exquisito.

—Como a ti te guste —ella susurro tratando de usar un tono seductor, para Kim eso era lo de menos, estaba más concentrado colocándose el condón y pensando en volver con Jimin.

—Me gusta rudo y rápido —apenas menciono y se apresuró hasta la mujer, dejando caer su bata y mostrando su desnudez. La tomó con fuerza de los hombros, aprovechando su delgadez y la empujó hasta la cama, dándole la vuelta y colocándola boca abajo, no se tardó en quitarle la ropa, ni en hundirse dentro de ella, embistiendo una y otra vez con fuerza y con ganas de acabar y hacerla llegar rápido.

Los gemidos de la mujer lo volvían loco de una manera fea, se sentía cansado de escucharla, estos sonidos se repetían una y otra vez de forma fastidiosa, ella estaba luchando por darse la vuelta, pero él no lo permitió.

—Dijiste que lo haríamos como me gusta, me gusta así —dijo apretando su rostro contra la almohada—, sino estas de acuerdo di la palabra de seguridad y terminaremos aquí.

Taehyung la espero, realmente la espero, pero nunca salió la palabra "azul" de los labios de la mujer. Cuando acabó y la mujer salió de la habitación, él se apresuró a cambiarse e ir tras Jimin.

Park seguramente lo esperaba en la cama con las sábanas calientes y el cuerpo desnudo, Jimin era el único que podía quitarle la suciedad de su cuerpo, el único que podía hacerle olvidar las otras figuras, las mujeres y hombres con los que había estado. Pero sobre todo el repudio que sentía por si mismo.

Jimin era su lugar seguro.

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