"Amigos"

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— A ver Chitanda ya te dije que estoy cansado.

Dijo con voz apagada Oreki para tumbarse al suelo en uno de los rincones de los salones del instituto.

Al parecer su consumo de energía había llegado al límite al dar tantas vueltas por toda la escuela en busca de sus otros dos amigos el cual desconocía su paradero.

— ¿En serio ya te cansaste?, es que debemos de encontrar a Mayuko y Satoshi lo cuanto antes y contarles sobre qué tendremos un mentor en el club.

A Chitanda le brillan los ojos con cada palabra que pronunciaba como excusa o motivo de que Oreki tuviera ganas de continuar junto con ella en su plan.

En primer lugar no tenía idea del por qué había aceptado en acompañarla si sabía que al final algo como esto sucedería, supongo que por aquellos ojos violetas que lo convencían de cumplir cualquier súplica.

Los quejidos y súplicas de Chitanda se hacen constantes pero continuamente Oreki se ofrecía en negárselos.

— ¿Acaso no te das cuenta de que hace horas debíamos de estar en casa y que somos los últimos en la escuela? — Le pregunta de forma irónica a Chitanda el ojiverde con sus antebrazos sobre sus rodillas.

Chitanda hace una observación a su alrededor para de forma apenada y distraída contestarle:

— Creo que no me había dado cuenta de que casi anochece.

Risas nerviosas.

Mejor dicho era el atardecer y prácticamente ellos eran los únicos que habitaban en aquella enorme escuela con pasillos sin fin.

De pronto la puerta detrás suyo se cierra junto con la luz que alumbraba todo el edificio y eso incluía al salón en que ellos estaban.

Chitanda por instinto se asustó golpeándose el tobillo con una de las mesas del salón.

Ella se queja en voz baja al palparse la parte afectada.La visibilidad de ambos era escasa pero podían saber con exactitud la ubicación del otro.

— ¿Te duele mucho? Deja ver — le pregunta el ahorrador de energías al mirarla.

— Mejor debería preocuparte el que no quedáramos encerrados y a oscuras.— Le recuerda Chitanda.

— Ya que, podremos llamar a alguien por teléfono para que nos vengan abrir — responde con aparente tranquilidad al tomar en sus manos su celular pero pronto esa expresión es borrada de su rostro debido a que se da cuenta de que está sin batería.

Maldice por lo bajo.

— ¿Y tú Chitanda por que no llamas?

— Veras, la cosa es que no traje mi celular conmigo, lo deje en el club.

— Bueno ahora si debemos de preocuparnos pero eso sería agotador y lo que necesito ahora es descansar.

Vuelve hablar con aquella familiar expresión en su rostro, de serenidad pero la pobre Chitanda era todo lo contrario a su compañero de encierro.

— Yo gritaré en la puerta por si alguien me escucha, talvez el conserje siga por ahí.

Chitanda gritó con todas su fuerzas por ayuda pero nadie venía en respuesta, en un momento desistió y volvió junto con Oreki que aún seguía sentado en el suelo.

Resolvamos el misterio\ Oreki x Chitanda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora