Resolvamos el misterio\ Oreki x Chitanda

"Lo que quiero es"

Era temporada de invierno, momento de poder usar aquellas ropas abrigadas amontonadas en el closet.

El sonido que provocaban las gomas al pisar la nieve se hicieron presentes en el disturbio de la ciudad de Takayama junto con una chica de pelo azabache y ojos lila, que montaba en una bicicleta con sus labios temblorosos del puro frío.

Esta se encaminaba hacia una dirección en específica aquella tarde luego de la escuela.

Era Chitanda Eru quien iba a visitar su compañero Oreki el cual se encontraba enfermo de un resfriado

Junto con su preocupación y determinación llevaba consigo una sopa hecha por ella misma con la finalidad de que eso podría aliviarle de algún modo al señor ahorro de energías.

En un corto tiempo pudo llegar frente a su casa gracias a su bicicleta, la estaciona a un lado, se acomoda un poco el pelo alborotado y decide tocar el timbre.

— Buenas tardes.— Saluda con una inclinación Chitanda hacia la hermana mayor de Oreki.

— Buenas tardes, supongo que tú debes de ser Chitanda ¿no?. — le pregunta con una sonrisa perspicaz.

— Así es, ¿pero cómo lo sabe?.— estornuda luego de preguntar.

— Primero pasa.— le permite el paso Tomoe.

— Gracias.

Al momento de entrar Chitanda no pudo evitar ser minuciosa con la mirada alrededor de la casa. A simple vista notó que no había muchos muebles o electrodomésticos, seguramente la casa se acomodaba a solo dos personas.

— Como te decía la razón del por qué se quien eres es por que Oreki me ha hablado de ustedes y por cómo te describió te reconocí rápidamente. — Vuelve a retomar la conversación ofreciéndole té caliente.

Chitanda acepta el té y afirma con su cabeza queriendo decir que comprendía los hechos.

— Ah por cierto no le había dicho la razón de mi visita, perdón pero me enteré por Satoshi de que Oreki está enfermo y quise traerle algo para que pueda recuperarse.

Chitanda se explicó de manera tan rápida y alterada que provocó que la risa de Tomoe resonara en la sala.

— Tranquila, tranquila, me lo imaginé desde que te vi llegar con eso en manos, es más llegas en un muy buen momento, por qué...

Se acerca progresivamente hacia Chitanda agarrando sus hombros.

— Por que necesito salir un rato y descansar del malhumorado de mi hermano menor y algo me dice que estás más que acostumbrada a ello que yo, lo cual admiro, así que por favor quédate un rato cuidándolo hasta que regrese. — Le da media vuelta al cuerpo de Chitanda arrastrándola hacia la puerta de la habitación de Oreki.

Chitanda sin tener mucho tiempo para por alguna razón objetar perdió de vista en una abrir y cerrar de ojos a la extrovertida Tomoe, escuchando a lejos la puerta cerrarse.

Indecisa miró el cerrojo de la puerta hacia la habitación de Oreki sin saber si sería buena idea el quedarse o interrumpir así a sus aposentos.

Decidió abrirla no antes sin anunciar su entrada.

Se encontró con Oreki dormido, así que luego de cerrar la puerta de manera suave y caminando en puntillas hacia la cama con la intención de hacer el menos ruido posible para evitar despertarlo.