• Hablar no soluciona mis problemas•

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Alessandra: Estar aquí y hablar sobre lo que paso con Edward y Bella no me hará sentir mejor- lo dije tratando de no ser grosera.

Amelia llevaba 15 minutos sentada en su pequeño sillón rojo. Sus enormes ojos celestes no dejaban de observar todo lo que yo hacía.

Yo no podía dejar de dar vueltas en círculos. Mi mente iba a mil por hora y comenzaba a entrar en un estado de ansiedad. Necesitaba mis medicamentos, los necesitaba, pero Amelia no me los daría.

Ella dijo que mis palabras fueron claras, y que si tenía el control, yo sola debía de arreglar mis problemas de ansiedad.

No medicamentos, no más ayuda.

Alessandra: Solo se quedará toda la hora ahí observándome?- me detuve enfrente de ella y la mire con odio- si, yo sé lo que quiere... yo lo sé. No me daré por vencida. Sabe qué, ni siquiera necesito su ayuda. Al carajo, me voy de aquí.- Tome mis cosas y me dirigí a la puerta.

Amelia: Crees que el aspecto físico de Bella tenga algún parecido al de tu madre?

Por este tiempo deseé que hablará, pero ahora me arrepentía de que lo hiciera. Me gire sobre mis talones y la mire.

Alessandra: Usted no sabe cómo era mi madre

Amelia: tienes razón, no sé quien es tu madre. Pero lo que si sé es quien eres tú, y con eso me basta.- me miró fijamente y su mirada de asustó un poco.

Alessandra: Esto no tiene sentido, tengo que irme- comencé a balbucear

Amelia: creo que es momento de que tengamos está conversación, Alessandra. Siéntate, tenemos que hablar sobre la relación con tu madre...

Odio ser tan transparente, y odio que siempre tengan la razón.
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Alessandra: no debemos ser amigos...

Edward: Alessia, esto no es importante. Yo no... No puedo simplemente alejarme de ti- él se acercó hacia mi, pero yo di un paso hacia atrás.

Alessandra: Yo... Yo no puedo con todo esto, Edward. Todo esto me está consumiendo. Ya no tengo las fuerzas para.... Lo siento, Edward.

Lo deje con las palabras en la boca y salí corriendo a la enfermería. Odiaba a Bella, y odiaba no poder estar con quien yo quiero.

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Estaba cansada de ver programas ridículos sobre familias ridículas que lloraban para tener más audiencia. Pero a la vez los amaba. Me sorprendió el tiempo que me quitan viéndolos, y lo entretenida que estaba.

El director nos suspendió a Bella y a mi por cuatro días. Bella no podía ni mirarme a la cara, es por eso que no salía de mi cuarto ni para comer.

Charlie estaba preocupado y me saco a rastras de mi cuarto. Quería que fuera con mi psicóloga, ya que "es importante expresar lo que siento".

Alessandra: no quiero ir con la doctora Amelia, yo estoy bien

Charlie: me preocupa que digas estar bien y que ni siquiera puedes levantarte a comer o al baño.

Alessandra: solo estoy cansada, no es nada. Por favor, no me hagas ir de nuevo con la doctora Amelia. No lo hagas- lo dije suplicando- haré lo que tú quieras pero no me mandes con ella, por favor.

Charlie: lo siento, no me dejas opción.
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- Bien, ya que no puedes hablar de tu madre sin destruir cosas. Entonces hablemos de ese Chico Edward.

Alessandra: Él es muy lindo conmigo... Es raro, pero me hace sentir bien. Él me hace sentir que pertenezco a ese mundo- Mi voz estaba ronca por tanto llorar.

Amelia: Qué fue lo que te hizo sentir eso?

Alessandra: Él... él quiere que yo sea feliz

Amelia: Y crees que está bien que tú felicidad dependa de alguien?

Alessandra: creo que lo extraño...- y de nuevo, las lágrimas se hicieron presente.
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Bella: Adiós, ya me voy a la escuela.

Bella salió de la casa, y Charlie me miró.

Charlie: creo que será necesario ahorrar para un nuevo carro. Vamonos, Alessandra.

Subimos a la patrulla, y en todo el camino nadie dijo nada.

Llegamos al estacionamiento de la escuela y Charlie se despidió de mi.

Baje del auto y comencé a caminar. Todos me miraban, pero él no lo hacía. Era como si yo no existiera, y eso me jodió más.

Una vez que te encariñas con alguien, ya no hay vuelta atrás.

Una vez que te encariñas con alguien, ya no hay vuelta atrás

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•Black out days•Where stories live. Discover now