Capítulo 3

218 33 11
                                    

Capítulo 3

Valerie

Como ya habrán notado tengo una rutina, que prácticamente consiste en hacer lo mismo todos los días. ¿La razón? Es que no me saca de mi zona de confort y por eso que aun la mantengo, a veces me aburre pero me asusta más salir de mi zona segura.

En mi familia nunca ha habido muchas rutinas, cada día era único. O lo eran.

Si tan solo el olvido fuese una opción...

Voy de camino hacia mi dulce morada con las compras del día ya hecha, con la diferencia de que hoy compre un pollo rostizado que pronto será parte de mi almuerzo, nada nuevo. Paso por una pastelería y me quedo unos segundos cerca a oler el dulce aroma que se propaga cerca de esta, delicioso.

Ahora mismo estaría hablando con la señora que parece de setenta años a mi lado si tan solo no entrara en crisis cada vez que hablo con un desconocido, aunque la mayoría suele no querer hablar conmigo y eso está bien porque entrar en crisis durante un platica es horrible. No me gusta hablar con desconocidos y es por eso por lo que reacciono así, me han criado tan aislada de todo que a veces pareciera de otro mundo, mi madre siempre trataba de que no salga o las veces que salía lo hacía con ella o con Alec que era el mayor. Y así me he ido aislando. Puedo exponer sin ponerme nerviosa pero hablar con alguien es demasiado para mí.

Mi teléfono suena y lo agarro.

¿Ahora que quieren? Después del susto de ayer debería estar más que molesta.

Suspiro por última vez y contesto.

—Hola! Que paso Liliana?

—Bueno, Mads se ha desmayado y como eres la única que tiene un hermano medico pensé que eras tu mi única opción para ver si Madison no se ha muerto.

—Oh, vaya... Mándame la dirección de donde están, ya voy en camino.

—¿Ella estará bien no?

Suspiro. Esperemos que este bien.

—Si, ella lo estará.

[...]

—Se ha desmayado por presión, ¿sabes que estaba haciendo antes de que se desmayase?

—Ehhh, si claro. Ella estaba... haciendo este trabajo y no a dormido nada desde entonces.

Mierda.

>>Debe ir al hospital?

No y con suerte debe comer algo, está muy pálida.

Le toco la frente y su temperatura no está ni muy elevada ni muy baja.

—También le daremos algo calentito ya que no está ni muy caliente ni muy fría.

—Ok, algo calentito, comida, ujum, entendido —repite para sí misma algo perdida yéndose a hacer lo que supongo que dijo.

Yo me pongo a hacer estofado con pollo rostizado de un restaurante y a mi costado esta Liliana con los tés calentitos riendo de lo que supongo es un meme en su celular. Me dirijo hacia el comedor llevando conmigo los cubiertos, los platos y servilletas para ya almorzar. Supongo que hoy comeremos hasta casi explotar porque hay bastante comida y según mi sentido del gusto esta más que deliciosa.

Madison se levanta luego de quince minutos algo desorientada y pidiendo disculpas por el desmayo que no fue su culpa.

—En serio lo lamento, yo... debería haber comido y cuidar de mi pero... yo quería acabar con todo —completa cabizbaja.

INCOMPATIBLES   |EN EDICIÓNWhere stories live. Discover now