Ilusiones con Lauren.

457 37 7
                                    

P.O.V. Farah.

Ilusiones con Lauren y Wes.

12;

- Cuántos refugiados. Me alegro que hubiéramos llegado antes, así al menos nos tocaron catres.- comentó Andy.

Los tres subíamos la escalera al segundo piso del Refugio, cargando cajas de suministros que hacían falta a los nuevos refugiados. Andy tenía razón, eran muchísimas personas. Con las nuevas redadas llegaban grupos de por lo menos 15 personas cada tercer día. Casi siempre llegaban  en los huesos del hambre o heridos.

Servicios Centinela estaba arrasando todo con mucha violencia.

- ¿Si sabes que todo esto es por nosotros, cierto?— le preguntó Lauren con una ceja alzada mientras ponía otra de las pocas cajas en la mesa central del piso de arriba.- Servicios Centinela está como loco saqueando todo por qué nos tiene en la mira.

Andy miró mal a su hermana, antes de dejar la caja sobre la mesa como había hecho Lauren anteriormente. Las cajas estaban llenas de mantas, otras de botellas de agua o comida enlatada. Desgraciadamente y debido a que habían recibido a tantos refugiados últimamente, al lugar ya no le quedaban muchas de esas.

- Vaya, gracias por hacerme sentir culpable, hermana, ¿acaso quieres ceder tu cama?- preguntó burlonamente, aunque saltó a un lado cuando su hermana hizo amago de pegarle en un brazo.

- Andy, sabes que aunque quisiera tus padres nunca se lo permitirían.- le regañe con una sonrisa divertida.

- Además, mocoso...- inició, pero el chico levantó ambas manos en señal de renuncia y se alejó.

- Ya sé, ya sé, voy por más mantas.- contestó y se marchó por las escaleras.

Lauren y yo compartimos una mirada y reímos por lo bajo, pero Lauren dejó de hacerlo en cuanto vio algo a mis espaldas y se concentró en la caja frente a ella.

- Hey, Omega, ven conmigo.- dijo Lorna sin detenerse, pasando por detrás de nosotras.

Lauren me miró con una ceja alzada y me encogí de hombros, antes de dejar lo que estaba haciendo para seguir a la peli verde.

- Odio que me llame así.- le susurré a mi amiga rubia antes de correr al encuentro de Lorna, quien no se había detenido en absoluto.— Mi nombre es Farah, Lorna, ¿qué necesitas?- pregunté lo más amable que pude, considerando que de verdad odiaba que me dijera así.

- Ya, necesito que entrenes.- me dijo sin realmente hacer caso a lo que había dicho anteriormente. No sabía si había sido la cárcel, las hormonas o ese era simplemente su carácter, pero Lorna no era muy accesible o agradable.

- John...- comencé, pero no me dejó terminar, ¿había comentado que detestaba que me interrumpieran?

- Ahora entrenarás conmigo también.- afirmó. Crucé mi brazos frente a mi pecho y la miré con una ceja alzada.

A diferencia de mucha gente en el Refugio, a mi no me daba miedo Lorna.

¿Su poder era temible? Claro. ¿Que ella era capaz de muchas cosas con su poder? Por supuesto.
Pero ahora que mis poderes estaban despiertos, ya no me sentía indefensa como antes, mi inseguridad y mis miedos ya no eran ni una sombra de lo que eran cuando mis poderes estaban dormidos. Una nueva valentía había surgido con el despertar de mis poderes. Lorna era poderosa y tenía mucha experiencia con su poder. Comparada a la mía, yo era un recién nacido. Pero no le tenía miedo, no me dejaría intimidar porque un día, yo también tendría todo ese control sobre mi mutación y Lorna no quería estar en mi contra cuando eso sucediera.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 29, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

IDÍLICO {Andy Strucker.}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora